7.10.10

Jamás leí a Onetti (2009)


Finalmente logro dar con Jamás leí a Onetti, documental sobre la vida del escritor, producido conjuntamente por uruguayos y españoles en 2009.

Sensible. Muy sensible el acercamiento que logran. Sobredimensionado, lo que vino con él. Conocí con ello a Fernando Cabrera compositor uruguayo de quien ahora celebro versos (ya vendrá su post), vi de cerca la faceta más personal y amistosa de Eduardo Galeano como un telón en el que proyecta su amistad con Onetti (impresionante y conmovedora la intervención de Galeano, si realmente, si, muy muy), ojee la casa madrileña de mano la propia Dolly (esa mujer por quien Onetti agradecía a cada paso) y vi cómo se fue expandiendo el mapa de aquella Santa María que Onetti imagino con el trazo de su amigo pintor Tunda Prada.

La pausa en la voz en Onetti (en los uruguayos y argentinos de por sí), su pereza infinita sobre la cama, ese tiempo que se dilata porque no hay nada hacia lo que se deba correr, es lo que hace que quiera volver sobre él una y otra vez.

Pasen y vean:


Algunos sensibles fragmentos:

--> 12:40
Preciosa lectura por Eduardo Galeano de El pozo.

--> 33:05 (Fragmento de entrevista)
Onetti: Si tuviera que elegir un adjetivo que reflejara quien soy yo, quien fui yo, será la indiferencia.

Quien entrevista: Me pasa una cosa curiosa ahora que te vuelvo a leer. De golpe, tuve la total seguridad de que tus personajes se mueven como si ya todo estuviera escrito en algún lado, un logar que ni siquiera sé si es tu cabeza…

Onetti: Yo te vuelvo a repetir, bajo palabra de Honor, que jamás leí a Onetti.

Onetti: Creo que yo te escribí una carta en la que decía que al cabo del tiempo, me alegra no había alegrado no haber tenido relaciones sexuales contigo. Claro que yo te deseaba, eso vamos, no era importante, además tú eras una ricura…

--> 50:03 (Recuerdo de los consejos e importancia para Galeano)
Galeano: Ahí, en el apartamento montevideano de Onetti en la calle Gonzalo Ramírez, y después en la Avenida América en Madrid, muchas veces yo lo visitaba y él siempre fue cariñoso conmigo.
Tenía fama de puercoespín, pero era un falso puercoespín. Y bueno… ahí nos quedábamos a veces horas: él, en su cama perpetua, siempre de cara al techo explorando las manchas de humedad, fumando, y convidándome un vino que en Montevideo era un vino de cirrosis instantánea y que después mejoro, mejoro bastante, allá en Madrid, y hablando poco, pero yo me sentía muy bien, y supongo que el también, porque si no me hubiera echado, como solía hacer por cierto con otra gente. Por suerte conmigo fue muy abierto aunque no me daba consejos muy estimulantes, yo estaba empezando a escribir, tendría 17 años, 18, no era muy estimulantes los consejos, la verdad sea dicha. Me decía por ejemplo: Mira pibe, si Beethoven hubiera nacido en Tacuarembó hubiera llegado a ser director de la banda del pueblo. Pero en cambio, bueno, matizaba los silencios con frases terroristas, como yo era tan rojo, tan de izquierda. Frases, por el estilo de, una que recuerdo ahora, pero eran muchas, que lanzaba así como proyectiles de provocación para ver como reaccionaba yo, y yo impávido: PONIENDO CARA DE ONETTI ESCUCHABA A ONETTI, diciéndome: Mira pibe, la cosa se jodió el día que los milicos y las mujeres aprendieron a leer. Y yo callado, porque además Onetti me dio algunas lecciones que jamás olvide sobre el oficio de escribir. Una, la más importante (él decía que era un proverbio Chino, pero mentía, metía para dar prestigio a sus palabras, el proverbio era de Onetti no más), y es el más sabio consejo que he recibido jamás. No olvidar, no olvidar nunca, que las únicas palabras que merecen existir son las palabras mejores que el silencio.

--> 57:47 (Recuerdo de Dolly a la imagen de Onetti al ganar el premio cervantes)
Periodista: que significa para usted ganar el premio cervantes?
Onetti: 10 millones de pesetas.


-->1:02:00 (Recuerdo sobre devoción de Onetti por Arguedas)
Galeano: Tenía que decírselo a Onetti, que en el adiós final de Arguedas (donde decía todo lo que quería decir sobre sus colegas y sobre el mundo porque sabía que iba morir, porque sabía que se iba a matar, como se mató, pegándose un balazo) su libro Zorros de arriba y zorros de abajo, estaba el.
Le dije si querés te leo que dice, él dijo si, si, léeme lo que dice, y le leí: ahora estoy en Santiago de Chile y no tengo fuerzas para hacer lo que quiero, y lo que quiero es irme a Montevideo y encontrar a Onetti para apretarle la mano con que escribe. Se lo leí, y Onetti simulo por unos segundos no más, que podía poner cara de estatua, pero no podía, y yo baje la mirada por pudor, o no sé, para no ver el tajo de humedad que le atravesaba la cara.

--> 1:11:00 (Ultimo dialogo escrito por Onetti antes de morir)
Homicida: porque la quería toda señor juez, ella con su pasado, ella con su último pensamiento para siempre oculto. Que estaba pensando cuando murió.
Juez: no pensaba, usted la mató mientras dormía.
Homicida: eso, señor juez. Su último sueno
.

*********************************************************************************************

PDT: Dos datos importantes con los que no he podido dar, y por los que agradecería a quien me informe su paradero: la conversación entre Borges y Onetti documentada por Monegal, y el tema Despues del muelle de Fernando Cabrera.

4 comentarios:

  1. Excelente y enriquecedora publicación. Gracias! Volveremos sobre los detalles y el documental. Sobre el gran Onetti publicamos, entre otros, lo siguiente:
    http://ntc-narrativa.blogspot.com/2009_10_27_archive.html
    http://ntc-narrativa.blogspot.com/2009_06_29_archive.html
    Amigos, NTC … Nos Topamos Con … http://ntcblog.blogspot.com/ , ntcgra@gmail.com . Cali, Colombia, Oct.7, 2010.

    ResponderEliminar
  2. Te agradezco infinitamente toda esta publicación, como el vídeo ( no lo conocía).
    Un saludo ( recomendaré tu blog)

    ResponderEliminar
  3. Muy buen aporte! Gracias por compartir a Onetti y sobre todo transmitirlo por medio de Galeano.
    Saludos

    ResponderEliminar
  4. Maravilloso documental sobre el entrañable y lúcido Onetti. El más grande. Saludos desde Chile.

    ResponderEliminar