19.12.10

Los 14 cañonazos bailables

Siguiendo la vieja tradición decembrina de Los 14 cañonazos bailables (una muestra de identidad colombiana (las caratulas siempre son lo masssimo!!!)), trate de recopilar los primeros 14 temas decembrinos infaltables que se me vinieran a la cabeza para poder darle un sello a estas fechas. Enlisto algunos con los que pude que pude recordar, entre otras cosas, la belleza del cuco 80’tero a la altura de la segunda costilla, el “pelo alf” y a toda mi gente siguiéndole el pasito “tun tun” a la tía.

Paquejelocen!!!














16.12.10

Bergman: un personaje perfecto de Bergman (Entrevista a Ingmar Bergman por la BBC)

Hace unos días hice algo poco recomendable: vi 2 películas de Bergman, una tras otra (El séptimo sello y Sonata de otoño). No recuerdo quien decía que no había nada más insoportable que la felicidad y el éxtasis sostenido ¿Dónde te metes, que haces con tanta exaltación? Lo que experimente (como siempre) fue la felicidad evidentemente entendida como un sentimiento de angustia (¿quién dijo que la felicidad era feliz?) por hacer parte de un dialogo que exige mucho de vos. Bergman es un caudal de reflexiones que golpean siempre contra las cuatro astillas en las que tratamos de sostener toda nuestra racionalidad. Imagináte que te pasa si en una tarde te preguntan por lo que entendés de la muerte, por la manera en la que crees que llegas a ella, por los motivos por los cuales odias a las personas que crees más cercanas, por la ambivalencia de los sentimientos, por lo que entendés de la enfermedad… decime, como acabas?

Mientras trataba de encontrar algunos fragmentos de las 2 películas para lanzar sus posts (que aún están en proceso), di con este documental que le hicieron cuando decidió pasar los últimos anos de su vida alejado de todos y de todo en la isla de Faro.

Este documental permite entrever que el cine de Bergman no es una proyección tangencial de su vida acompañado por ideas que tratan de elaborarse para dar forma a un proyecto, sino que es un ejercicio rumiante que exhibe directamente y constantemente la totalidad sus angustias. Este documental fácilmente es otra cinta mas tipo Bergman. Aquí puede verse que Bergman es un personaje perfecto de Bergman.

PDT reiterativa: Si lo que Bergman hace es cine, entonces es cine que está mucho más cerca al teatro que al cine, pero su teatro está más cercano a la literatura, y su literatura está más cercana a la filosofía; pero si me metes de una que lo de Bergman es filosofía pues digo escandalosamente que no, porque es cine… bueno, cine que está mucho más cerca al teatro cercano al teatro y…

Fragmento 1: ACERCA DE LA DISPERSIÓN Y LA SOLEDAD

---> 2:35 “A los demonios no les gusta el aire fresco, lo que más les gusta es que permanezcas en casa con los pies fríos”.
---> 2:47 “Siempre salgo a caminar después del desayuno, usualmente alrededor de 30-45 minutos. Después me siento y escribo por un tiempo de 3 horas. Después tomo el almuerzo que yo mismo me he preparado y leo un libro mientras llegan las 3 de la tarde cuando me voy a mi cinema. Para una persona desorganizada como soy yo y a quien le resulta tan difícil cuidar de si mismo, le es absolutamente vital tener estas estrictas rutinas, porque si yo empiezo a interferir en ello, no podría culminar nada”.
---> 4:25 “Yo nunca he estado solo. Nunca pienso en mí como un ser solitario. La persona que me ayuda en casa viene a las 3 pm limpia, cocina, me deja la cena y entonces se va. Hay días en que no hablo con un alma, y pienso “debería hacer una llamada” pero lo postergo. Porque algunas veces es agradable no hablar (pero a mí me gusta hablar, entonces no es así). Pero algunas veces puede ser agradable. No es como si yo estuviera sentado filosofando porque no soy bueno en eso. Es solo estar en silencio. Es maravilloso”.
---> 9:28 “El maravilloso arquitecto Kjell Abrahamson dijo: dibuja y anota todo lo que quieras y hazlo”.

Fragmento 2: ACERCA DE SU ESPACIO Y SU RELACIÓN CON SU MADRE

---> 4:30 Narra el intento de asesinato que trato de llevar contra su hermana a los 4 años.

Fragmento 3: ACERCA DE MOMENTOS DETERMINANTES EN SU INFANCIA Y ADOLESCENCIA

---> 0:07 Cuenta de cómo vio un muerto con los ojos semiabiertos mirándolo.
---> 2:15 Cuenta cómo su abuela detestaba las escenas románticas y lo manifestaba haciendo chirriar sus botas de agua.

Fragmento 4: ACERCA DE SUS MULTIPLES MATRIMONIOS Y SUS PRECARIAS RELACIONES FAMILIARES

---> 0:48 “Yo deje la pubertad cuando tenía 58”
---> 2:48 Periodista: Usted tuvo muchos matrimonios, y abandonar a sus esposas es una cosa, pero haber abandonado a los 9 hijos es otra. No le remuerde la conciencia aquello?
Bergman: Me remordió hasta que me di cuenta que mi conciencia me remordía por todo… Nunca he puesto una pizca de esfuerzo en mis familiares.

Fragmento 5: ACERCA DE LA MUERTE

---> 0:00 De cómo no puede hablar de un dios, pero si de cierta santidad en algunas características humanas. Si lo humano no tiene algo de santo “ ¿de dónde viene la música? ”
---> 3:35 “Mis fantasmas, mis demonios y mis espíritus nunca aparecen en la noche. Siempre aparecen bajo la luz del día”.
---> 3:40 De cómo nunca ha dejado de pensar en la muerte. (Pensó, como me ocurrió hace algunos tras una sesión de anestesia, que podía ser algo como ello.)

Fragmento 6: ACERCA DE LOS MULTIPLES DEMONIOS QUE LO HABITAN

15.12.10

Ingmar Bergman: acerca de la muerte

Aunque linkeare completo en un rato más un documental hecho por la BBC a Ingmar Bergman, creo que este aparte (que fue el único en que pude dar con una traducción directa al español) expone una de las ideas más precisas de lo que puedo relacionar con la muerte (y que experimente de manera análoga unos días atrás cuando la anestesióloga tras la inyección en la medula me decía: “subí tu cuerpo rápido que en unos segundos ya no estás aquí”):

4.12.10

La loca de mierda: Malena Pichot

Podría empezar diciendo que trate de hacer un top 10 y me salió un top 13, lo que resume que cada que tratas de hacer algo terminas haciendo cualquier otra cosa. Igual, necesitaba hacerlo: creo que si me llegaran a meter un micrófono en la cabeza, sonaría parecido a lo que viene.

Conocí a La Loca de Mierda (Malena Pichot) por M. Había linkeado hace unos días en su blog un video que fue un foso en que caí de cabeza y que termino en esto. (Los videos en su totalidad se pueden consultar en este canal en youtube).

Si sos mujer, o tenés que tratarlas y no entendés que mierda coincide con que otra, o si no sabes porque estar entre los 20 y los 30 no funciona tan bien, estos videos te pueden dar algunas luces:

PDT: De mas esta decír que la Pichot me la pone dura. Estas mujer-niño me la baten.
TOP 13

1. "Tratemos todos de que yo no quede embarazada. Tampoco tienen que tratar tanto, tan fuerte al punto de no cogerme, porque la gente no me está cogiendo. No lleguemos a ese punto."


2. Consejos para todos los solteros que desean ir a comprar una cama y quieren sortear la filosófica pregunta de la vendedora de "¿cómo es tu pareja?": (respuestas sugeridas: “Mira mi pareja se murió ayer, y por eso vengo a comprar otra cama” o “mi pareja mide cero, pesa cero, es invisible, mi pareja es amorfa”)


3. Si ustedes quieren ver nuestra precaria creatividad en los momentos de huida, y entender porque aun siendo evidente que queremos correr, no nos permiten partir, deberían pinchar este: (nos saldría más barato si nosotros nos guardamos las excusas y ustedes se guardan los compromisos, a poco no es un buen trato?)


4. Mirá la claridad que tiene la abuela:


5. Aquí nos definen exactamente que es tener una relación: “es un señor al que le puedo llorar, al que le puedo romper las pelotas. Si no te puedo romper las pelotas no hay relación”. PDT: mírame el cierre de con el “queremos cosassss señores!!!”


6. Si sos de los que dejas pasar las cosas pincha este. (Aforismos en las toallas higiénicas: gran idea).“Si me muero hoy, ¿viene mañana a mi funeral?”


7. Si querés que te expliquen lo del problema aquel mensual femenino, esto te puede ayudar (También proponen una solución para que los hombres podamos entenderlo “la solución no es ninguna: te la bancas y te jodes, ya estaaaaaaa!!!” y revelan una verdad masculina: “los hombres necesitan diversidad de conchas y es así…”)


8. ¿Podes enlistar lo patético vos? Aquí te pueden ir ayudando:


9. Alguna vez me preguntaban en que consistía una terapia psicoanalítica, y con este video creo que respuesta puede ir quedando clara: (aparte: ¡¿Cómo voy a cambiar el tipo que me gusta?! Ya está! Cague!” “Estoy como en medio de una temática medio pinky y Cerebro, pero…”)


10. Si seguís siendo impar en un mundo par, seguramente no queres ir a cenas de parejas porque puede terminar experimentando esto (“el sol ya se apaga , porque seguimos trayendo gente al mundo!! Dejémonos de parir!!!” “ ¿Esta gente se ama, todos se están amando entre ustedes?”)


11. Acerca de gays y otras confusiones: (“En este mundo machista algunaaaa favor las mujeres teníamos que tener: me puedo chupar mil conchas y voy a seguir siendo femenina, vos te podes chupar mil pijas y no vas a ser para nada masculino!!!)


12. Dicen que hay que tener la casa ordenada porque así tu mente esta ordenada. De que mierda me hablan, no? Mi casa esta siempre ordenada y mi cabeza es un quilombo, es un desastre. Es una favela mi mente”


13. Si te reunís con tu ex puede ocurrir algo como esto: “Es como si tu pija y mi concha ya no se llevasen muy bien

Si los hombres pudieran quedar en embarazo

Aunque lo que podes ver a continuación es Stand Up!, Malen Pichot suelta entre risas (min 1:29) lo que sería quizá la verdad y critica más fuerte relacionada con el tema del aborto :

“Si los hombres pudieran quedar embarazados, el aborto tendría la misma carga moral que explotarse un grano!!!”

Así es señores, si la humanidad entera, hombres y mujeres, pudiera quedar en embarazo el tema del aborto habría estado legalizado y sin discusión hace rato!!!

Respuestas infantiles estelares

Detesto los niños. Son unas cajas pequeñas eficientísimas para el ruido y los problemas. Pero bueno, también tienen sus momentos estelares. Hace un rato mientras cantábamos con mi sobrina la canción de Pinocho le pregunte que donde quedaba el corazón y me respondió inmediatamente que en México. (Aun no entiendo donde mierda se pudo enterar una nena de 2 años que México existía (estoy por creer que los “manitos” que hacen los doblajes de Discovery Kids al español, manejan una filosofía subliminal densísima que transmuta los intereses culturales y que puede hacer de los niños de toda Sur América sean unos adictos a las enchiladas!!!))

Evidentemente (adulto corrector!!!) le dije que estaba muy interesante aquello de que relacionara el corazón con una cultura que tiene una visión tan particular de la muerte, pero que el corazón realmente estaba “ahí debajo” y le toque el pecho. Mi sobrina en respuesta (con lo que deduje que su filosofía a futuro será el materialismo) levanto inmediatamente su camiseta y empezó a buscarlo (A la mierda el idealismo y las representaciones, si está adentro yo quiero verlo!!!). Con momentos así, te queda difícil también no quererlos.

PDT: Momento estelar 2: mientras escribía este post escuchaba un tema de El Kuelgue donde atraviesan una samba al minuto 4:00. Tratando de distraer a mi sobrina para que no desorganizara más mí escritorio le pregunte “de donde viene la samba?”, mientras miraba lo siguiente a desordenar respondió: “DE ALLA!!!” (mirála, así, sencilla, cero lecturas y me dio una respuesta que utilizare a futuro para 1544634 preguntas que todo el mundo siempre quiere hacerme. Agradecido María!!!)

1.12.10

El viejo hospital de los muñecos

Esta es la banda sonora que rueda por mi cabeza en este momento, en el cual, mientras mi sobrina grita superando los 120dB, me siento, con todos mis remiendos, como uno más de los pacientes del hospital de los muñecos:


PINOCHO MALHERIDO

Hasta el viejo hospital de los muñecos
llego el pobre pinocho malherido,
un cruel espantapájaros bandido
lo sorprendió durmiendo y lo ataco
Llego con su nariz hecha pedazos
una pierna en tres partes astillada
una lesión interna y delicada
que el medico de guardia lo atendió

A un viejo cirujano llamaron con urgencia
y con su vieja ciencia pronto lo remendó,
pero dijo a los otros muñecos internados
todo esto sera en vano le falta el corazón

El caso es que pinocho estaba grave
en si de su desmayo no volvía
y el viejo cirujano no sabia
a quein pedir prestado un corazón,

Entonces llego el hada protectora
y viendo que pinocho se moría
le puso un corazón de fantasía
y pinocho sonriendo despertó

Pinocho, pinocho hay pobre pinocho

Entonces llego el hada protectora
y viendo que pinocho se moría
le puso un corazón de fantasía
y pinocho sonriendo despertó
y pinocho sonriendo despertó

La vida de los peces (2010)


Existen cierto tipo de películas que me generan un grado de placidez, de desconexión. Es cuestión únicamente visual, musical. No importa el contenido. Cine de sensación y no de concepto.

Eso es La vida de los peces. Un film en el que alguien regresa a testear que ha ocurrido en 10 años con su pasado, y una vez lo encuentra, trata de despedirse de el sin lograrlo. Y aunque no logre despedirse, tampoco sabemos si finalmente logra retomarlo. El final es una duda. Un hombre atraviesa una puerta y no se sabe si lo hace para esperar más tranquilamente a una mujer, o para huir de ella.

Todo se trata de una duda en formato de música soft y sensaciones.

29.11.10

Oidos y pulmones

Es un símbolo marciano, o a alguien más le ha pasado esto de que el oído se le comunique con los pulmones y sienta incomodísima su respiración por allí???

Soluciones???

28.11.10

Nota postquirúrgica

Si tu cirujano termino con aquello de la Universidad en los 70, no esperes lo último en diseño en cuestión de suturas. Espero que el próximo verano lo último en tendencias sea llevar cicatrices de 5 cm a cada lado del abdomen. Sería un tipo re fotogénico!!! (En caso contrario espero pensar en una buena historia y tener un amplio público femenino que la crea. Algo así como que no siempre todo puede salir bien si cuidas rinocerontes en el Congo, o que bueno, que alguna cosa te tiene que pasar si haces parapente sin seguridad, no?)

PDT: parece que todo salió bien. Por fortuna los bisturíes en el mundo no están en manos de personas como yo.

25.11.10

Bisturíes y anestesias

Me cago del miedo. Eso en resumen.

Mirá, el sábado por segunda vez en lo que llevo en este planeta, me voy a ir a meter debajo de un bisturí y el fulano que atiende el pre anestésico la pone muy fácil: que es una procedimiento quirúrgico de rutina, que es algo ambulatorio, que el medico tiene mucha experiencia, que si seguís las indicaciones de esta hojita todo va salir bien, que el dolor es mínimo y pasajero.

El pelotudo este se cree que no existe Wikipedia!!!

De lo que se trata realmente, es de un tipo que me mete una aguja en la medula, me inmoviliza la mitad inferior del cuerpo, me clava un sedante, suspende mi conciencia, entretiene su bisturí con mis venas, trata de empalmarlas de un modo más óptimo, y cierra el espectáculo atravesándome una aguja en zigzag con un hilito azul para dejarme una costura que no tiene nada que ver con la última tendencia en modas.

(Encima, te podes imaginar? me prohíbe por tres semanas los lácteos y granos!!! En que mierda cree el profesional este que consiste la dieta de un tipo que tiene a su mama al otro lado del océano??? Es que vos no te crees que yo vivo a punta de yogurt y lentejas???)

Yo, quien palidezco a la menor descripción de cualquier enfermedad o comportamiento interno corporal (baja de presión, sudoración inaudita, mareo,etc), me ayudo y me hago la vida aturdidoramente llevadera viendo en youtube el procedimiento de la anestesia:



Ayyyy mi gente, estoy aquí hasta el sábado en cuenta regresiva apretado el que sabemos…

PDT_1: Creo que si pudiera elegir la manera de desaparecer de este mundo, repetiría la que conocí a los 10 años en mi primera cirugía. Después de tener intravenosa en el brazo por algo así como media hora (bueno, esta parte no es muy graciosa), un tipo me puso una máscara y me dijo que respirara 3 veces de manera profunda: a la primera alguien tomo la herramienta “difuminar” del corel y la paso rápidamente con la brocha más gruesa que encontró por mis ojos, a la segunda, si buda existió y realmente su meditación tuvo algún efecto, asumo que debío haber estado emulando ese estado, y la tercera… a la tercera que querés que te cuente, si el cuento apenas me lo sé hasta la segunda.

PDT_2: Soy muy joven!!! Aún no he desperdiciado toda mi vida!!! (No puedo desperdiciarla a medias, algo tengo que hacer completo!!!) Que las cosas salgan bien por favor!!! Quiero seguir con todo buenecito para hacer mal tantas cosas que me faltan y en las que necesito dedicarme como siempre a dejarlas de hacer!!!

PDT_3: en algún momento pensé en estudiar medicina (creo que de lo único que me siento orgulloso es de no haber hecho estupideces más grandes que las que hice. Hubiera desmayado 32 veces antes del intermedio de la 1ra clase). El enfoque hubiera sido la anestesiología (este sería el único acierto en medio de una catarata de errores (siempre me ha generado extrañeza y encanto el hecho de que podamos suspendernos (así, igualito que el pc que vuele en si con un movimiento de mouse), que podamos dejar de habitarnos y no recordarlo. No saber que fue de eso que creemos ser nosotros por ese tiempo, que en algún momento llegara, y ya no será corto.) Mientras vivía en Valdivia, con W quien ejercía veterinariamente el oficio, discutimos varias veces el tema, y siempre me repetía que los anestesiólogos en algunos lugares del mundo debían ser físicos para ejercer, y me motiva a ir a sus clases. Quizá si hubiera sido un tipo serio lo hubiera hecho. Quizá si fuera un tipo serio lo haría. Leería. Un poco por lo menos.

PDT_4: el sábado, como decían los chilenos: “voy y vuelvo”. Tratare de averiguar cómo es eso del mas allá, y de contárselos más acá.

22.11.10

Soy una especie de Monterroso a la menos uno

Soy de ese tipo de personas que si se levanta, el dinosaurio no sigue allí.

Nenas y Prioridades

Las nenas si que saben establecer prioridades. Hace 20 minutos, mientras almorzaba, asistí a este guión (cuando no, escuchando conversaciones de mesas ajenas?):

-Papa rayando los 40: nena, nos vamos a cambiar de casa...
-Nena rayando los 6 (en llanto frenético): no quiero!!! vamos a vivir lejos de la pizza!!!

20.11.10

Cuando se deja de ser, se es EX

M no calcula que tengo una facilidad tan grande por la dispersión (o quizá por ello lo hace), y aun con una cantidad de oficios inmediatos por hacer, me dice que está leyendo este articulo del Malpensante y hace que mis 20 minutos siguientes los tenga que ocupar reposteándolo.

Jodida M!!! y luego querés que sea juicioso y millonario!!! Aquí me tenés leyendo y posteando tus putos deliciosos articulitos domingueros!!!

Mis vidas como ex
Gustavo Escanlar

Cuando tu vida se ha ido al carajo, mirar atrás parece una buena opción. Eso sí: no esperes que el tiempo pasado haya sido mejor.

Ex hijo

Después de que la doctora me dio la noticia me fui llorando por la calle Rivera. Fue hace dos años, y fue la verdadera despedida de mi padre. Aunque al final demoró en morirse, ése fue el real momento de la pérdida. “Vamos a abandonar el tratamiento”, me dijo la tipa. “El cáncer ya avanzó por todo el cuerpo. Cualquier cosa que hagamos va a ser inútil”. Le pregunté cómo seguíamos. “Dolores óseos. Fracturas. Incapacidad para moverse. Muerte”. Se notaba que yo no le caía simpático a la doctora. Me lo decía todo así, sin anestesia, con una fingidísima amabilidad demasiado sobreactuada. Hasta parecía que se sonreía. No estaba tratando de consolarme. Estaba disfrutando. Siempre me pasan este tipo de cosas. Es como que genero este tipo de reacciones. Unos minutos antes que naciera mi hija Violeta, la neonatóloga me miró con cara de vampira y me dijo: “Ahora me voy a vengar de todas las veces que me hiciste enojar”. A la hija de puta le molestaban las cosas que decía por televisión. “Es igualita al padre, pobre”, dijo al ver a la bebé. El mundo está lleno de hijas de puta.

Mi padre no sufrió dolores óseos ni fracturas, como decía la doctora al borde del orgasmo. Simplemente, se fue apagando. Dejó de reírse, dejó de cantar, dejó de oír, dejó de caminar. De a poco se fue olvidando de las cosas. Terminó en una cama, sin poder hacer nada. Pasamos tres semanas en terapia intensiva, recibiendo informes diarios de los médicos que no sabían por qué carajo seguían prolongándole la vida. “Tiene edema de pulmón”. “No, no tiene edema, tiene una infección”. “Una infección muy resistente a los antibióticos”. “No hay modo de combatirle la diarrea”. “Está sedado”. “Tiene necrosis intestinal”. “Vayan preparándose para lo peor”. Te lo dicen todo como si ellos supieran, de verdad, qué es lo peor.


La muerte en la terapia intensiva tiene una ventaja respecto a las demás muertes: uno se acuerda, exactamente, cómo fue la última vez que vio con vida al otro. La última vez que vi a mi padre vivo lo que más me impresionó fueron las llagas que tenía en las comisuras de los labios. “Son hongos provocados por el respirador”, me dijo la enfermera. Me impresionaron las ganas que tenía de comunicarse conmigo, de decirme algo. Intentó que le leyera los labios y no pude. Me pidió una lapicera y un papel, pero no logró escribir nada coherente. Cuando me iba, le di la mano y él no me la soltaba. Al otro día, cuando lo fui a ver, ya estaba inconsciente, sedado, “grave”. Pero me consuelo, pensando que puedo acordarme de esa última vez. Ahora mismo tengo un amigo, Alejandro, que estaba bailando en un boliche gay, borracho y rezarpado, y le dio un derrame cerebral que lo tiene internado en una terapia intensiva de Buenos Aires, en uno de esos hospitales que tienen nombre de personalidad famosa, Fernández o Garrahan o González o Perón. Mi amigo se está muriendo –por lo menos se está muriendo una mitad de su cuerpo– y yo no logro recordar cuándo fue la última vez que lo vi. ¿Fue en el estreno de Aniceto, la película de Leonardo Favio? ¿O en el concierto de Jean-Luc Ponty? ¿O en bolas, en el sauna? No me acuerdo. Tendría que haberlo visto en terapia intensiva.

Seguro que me acordaría.

Mi padre se murió el 9 de octubre de 2009. Lo enterraron en la tumba 1113. Cuando salí del cementerio, entré en un quiosco y le jugué a la quiniela. No gané nada.

Buscando coincidencias estúpidas, me acordé que desde el 9 de abril de ese año yo no pruebo una línea.

Ex amigo

Adrián me mandó un mail. Que lamenta la muerte de mi padre. Que sabe cuánto lo quería. Pero con Adrián ya no vamos a volver a ser amigos. Lo decidió él. Yo suelo traicionar a mis amigos, pero ellos, como son amigos, generalmente entienden que eso es parte de mi carácter. Que es mi condición. Que soy un amable traidor. Adrián, que es un monje, jamás toleró ser traicionado. ¿Qué quería, que le fuera fiel toda la vida? Todos saben que soy, esencialmente, un tipo infiel. Mis amigos, mis novias, mis amantes, mis jefes, mis editores, saben que, tarde o temprano, los voy a terminar cagando. Y me aceptan así. No pretenden cambiarme. Adrián, como es un monje, solo hace amistad con otros monjes. Y, ya se sabe, un tipo que aparece en la televisión nunca va a ser un monje. Siempre estará sujeto a tentaciones. Lo que Adrián se olvidó es que las tentaciones son lo más sabroso de la vida. Los Cadillacs cantando para vos.

Ex adicto

9 de abril. Seis de la tarde. Estaba en casa de mis viejos. Le había preparado los remedios a mi padre. Como todas las tardes, esperé a Martín, mi motor psico por aquella época. Apenas me dejó la bolsa y se fue, me serví un gramo entero, de una, sin repetir y sin soplar. Quedé como Juan Castro, pero me faltaba el balcón. Rabioso, sacando espuma por la boca, a medio vestir, salí corriendo por la calle, sintiendo que me perseguían. No tenía dónde ir, por todos lados me estaban persiguiendo. El mundo, todo el mundo, se movía contra mí. No me podía escapar. Me perseguían. Me estaban alcanzando.

Nunca me di cuenta en qué momento la merca me dejó de provocar placer. Seguramente fue una cosa progresiva. Pero la euforia del principio dio paso, poco a poco, a una paranoia bastante jodida. Vivía mirando para atrás. Vivía comprobando si las puertas estaban bien cerradas. Vivía mirando por la ventana, esperando el momento en que de una puta vez esos tipos se decidieran a entrar y me mataran.

Aquella tarde, la de la terapia intensiva, el 9 de abril, me metí en un supermercado. Los tipos que me perseguían se movían entre las góndolas. Me querían agarrar. Estaba desesperado. No sabía por qué no me agarraban de una vez y me mataban y se dejaban de joder. Me tenían rodeado. Estaban ahí. Ahí. En la góndola de duraznos en almíbar que tiré a la mierda. En los envases de cerveza que rompí mientras gritaba. Entre las pilchas que intenté descuartizar porque ocultaban los bultos de los cuerpos de los que me perseguían. Ahí. Ahí estaban. Ahí venían a agarrarme. A preguntarme qué había tomado. A meterme en un patrullero. A llevarme al hospital.

Ahí están, mientras me llevan en el patrullero, en cada esquina deteniéndose, poniéndome una trampa, intentando matarme. Los hijos de puta no se dan cuenta que tengo una hija. No tienen piedad. Me van a matar. En esta esquina. En la próxima. Ya entramos en el hospital. Están todos disfrazados de enfermeras. Me agarran entre cuatro. Me dan una inyección. Me mataron. Al final, tenía razón de haberme puesto así de paranoico.

Ex hombre

Me despierto. Me doy cuenta de que no puedo moverme ni hablar. Tengo la boca ocupada. Me pusieron un aparato que me ayuda a respirar. Estoy en el Maciel. Resulta que cuando me llevaron a emergencia, me pusieron una bola, una inyección para dormirme y casi me pasan para el otro lado, me provocaron una reacción alérgica que no me dejó respirar. Me tuvieron que entubar y llevar a la uti. Cuando me desperté ya estaba en cuidados intermedios. Una fila de camas de un lado, una fila de camas del otro. Me desperté con los gritos de un travesti que estaba frente a mí. Lo habían cagado a palos en un pub de la Ciudad Vieja. Era la peor clase de travestis, un travesti pobre, sin guita para afeitarse ni para teñirse el pelo. Ni siquiera para comprarse una prestobarba y depilarse las piernas. Travesti quilombero, gritaba todo el tiempo. Lo que menos se bancaba era que le pusieran la sonda para mear. Le molestaba para pajearse, y si no se pajeaba el tipo no podía vivir. Estaba todo el tiempo tocándose la pija. Si no estaba gritando, haciendo bardo, el tipo estaba gimiendo de las pajas que se hacía. Por suerte me sacaron rápido de ahí, por una cuestión de seguridad. Resulta que una noche, mientras estaba durmiendo y rodeado de cables, tres cirujanos entraron a escondidas a la sala y me sacaron fotos con los celulares. Fotos al de la tele, pensaron que se las iban a vender a algún diario. Una enfermera los vio y avisó en la dirección del hospital y los tipos decidieron darme de alta, no fuera cosa que les metiera una demanda por violar mi intimidad como paciente.

Ex famoso

Apenas me dieron de alta me echaron del canal. No querían tener en su pantalla un tipo con fama de falopero. No hubo despido ni despedida. En mi lugar pusieron a una vedetita del montón. El programa se fue a la mierda. Pero la imagen del canal siguió siendo inmaculada.

Ex rehabilitado

El falso psicólogo, que no era otra cosa que un ex falopero rehabilitado, siempre me preguntaba las mismas estupideces. “¿Estás limpio?”. “¿Tomaste algo?”. “¿Estás chupando mucho?”. ¿Y qué quería que le contestara? “No, no estoy limpio, estoy dándole a la falopa como un animal”. “Sí, me tomé cinco gramos antes de venir a la sesión”. “Sí, me emborracho todos los días desde las cinco de la tarde”. Los tipos que están en el curro de la rehabilitación están tan fisurados como uno. La única diferencia es que la fisura de ellos es con la abstinencia. “Hace seis años, tres meses, dos semanas, cinco días y una hora que no tomo”. Son tan dependientes como cuando tomaban, con la diferencia de que ahora disfrutan –y sufren– un poco menos.

Ex

“Una línea en honor al muerto”. La sirvió Alfonso después del abrazo, al otro día del entierro de mi padre. No tomaba nada desde el 9 de abril. Qué nostalgia que me dio verlo abrir la bolsita, poner la falopa arriba del compacto de The Cure, armar el canuto. No fue un pegue de éstos ni de aquellos. No me volvió a dar para el lado de la paranoia, pero tampoco para el lado de la alegría. Fue como uno de esos polvos que uno se manda con una ex, uno de esos polvos de compromiso que no hacen historia, uno de esos polvos que se encajan por piedad más que por calentura. Por espanto más que por amor. En el fondo, con las ex, la pasión nunca es la misma.

18.11.10

LEGO para adultos

Uno de los juguetes que más me gustaban de niño eran las fichas LEGO (creo que si hay algo que pueda estimular la creatividad y la destreza motriz es eso y no otra cosa). Pase mucho tiempo sin recordarlas hasta que me topé con esta publicidad (dieron en el blanco de mis motivaciones) que me está haciendo pensar seriamente en la posibilidad de invertir las próximas monedas que me lleguen en un set nuevo.

La entrada en Orgasmatrix decía así:

Uno de esos juguetes cuyo rango de edad es cada vez más borroso en sus límites son las piezas de LEGO. Y es que, al margen de su vocación lúdica y de ser carne de juguetería, siguen habiendo artistas o simples aficionados con mucho tiempo libre que se pasan horas montando sus propias obras de arte con estas piezas de colores, incluyendo en ocasiones mobiliario, complementos decorativos o incluso dispositivos mecánicos. A todos ellos, imagino, va dedicada esta provocativa campaña publicitaria de LEGO que el año pasado se llevó bastantes palos por ser considerada sexista y siniestra. A mí, honestamente, me encanta.

17.11.10

Der Messias

Mientras vivía en 2009 en Valdivia, ocupaba 3 de mis noches semanales preparando lo que creo fue y será mi primera y única incursión en “la vida artística”. Cante el Mesías de Haendel en la versión de Mozart (Der Messias) junto al coro de la UACH en 4 conciertos en varios lugares del sur chileno en diciembre de ese año.
(Evidentemente el proceso coral estuvo acompañado extracurricularmente por algunos (lease en buen chileno) compadres con algunas sesiones criogénicas de pisco en la costanera Valdiviana jugando ping pong a las 2a.m y el aprendizaje de lo en cualquier idioma es una necesidad primaria: algunas vulgaridades del alemán (idioma en que se canta la obra))

Aunque soy generalmente insensible a la música clásica (que casi siempre resulta ser una pose y no un gusto en diversas personas y lugares) confieso que varias partes de esta obra (sobre todo la obertura) me conmueven y electrizan como solo podrían hacerlo ciertos temas de punk.

Durch deine Wunden!!!

Der_Messias - 1ra Parte 01.Ouvertüre

Der_Messias - 1ra Parte 03.Denn die Herrlichkeit Gottes des Herrn

Der_Messias - 1ra Parte 07.Und er wird reinigen die Kinder Levi

Der_Messias - 1ra Parte 09.Uns ist zum Heil ein kind geboren

Der_Messias - 2da Parte 01.Kommt her und seht das Lamm!

Der_Messias - 2da Parte 03.Wahrlich, wahrlich! Er litt unsre Qual

Der_Messias - 2da Parte 04.Durch seine Wunden sind wir geheilt

Der_Messias - 2da Parte 05.Wie Schafe geh'n

Der_Messias - 2da Parte 09.Halleluja

Der_Messias - 2da Parte 14.Würdig ist das Lamm

Der_Messias - 2da Parte 15.Amen

BONUS TRACK

Der Messias (en Papageneo) 2da_Parte_09.Halleluja (Cerca)

Der Messias (en Papageno) 2da_Parte_04 -Durch seine Wunden sind wir geheilt

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Tendencias de tesis

Creo que esta gráfica de distribución de velocidades, puede dar fiel cuenta de la tendencia que por estos días tiene la tesis.

16.11.10

Si es un sacrificio prefiero que no

A me presento esta canción mientras lidiaba con el descenso de las ultimas gotas de una botella de ron. Celebro haber conocido el tema en días como estos en los que con absoluta claridad respondería a cualquier propuesta: "si tengo que esforzarme, prefiero que no". (Cabe aclarar que días como estos, son casi todos mis días (y también que casi todos, son todos))


DÍAS DISTINTOS
Letra y musica: Andres Calamaro

Sé que me equivoco muchas veces
y sé que a veces tengo razón
y otras veces fui culpable de una gran equivocación.
No sé si el destino sostiene el timón de mi vida
pero va en dirección prohibida en el túnel del amor.
No sé si prefiero días iguales o días distintos
ya guardé mi instinto asesino en un cajón.
No voy a tomar la ruta de los sacrificios
prefiero el vicio, la música y el amor.

Los hombres no piensan solamente en dos cosas
esos son los que tienen un solo corazón.
Mira que las revoluciones de los corazones
no perdonan pero tampoco tienen perdón.

No sé si prefiero días iguales o días distintos
ya guardé mi instinto asesino en un cajón.
No voy a tomar la ruta de los sacrificios
prefiero el vicio, la música y el amor.

No sé si prefiero días iguales o días distintos
ya guardé mi instinto asesino en un cajón.
No voy a tomar la ruta de los sacrificios
prefiero el vicio, la música y el amor.

Prefiero elegir primero, prefiero, pero hace calor
prefiero el vicio, la música y el amor.
Prefiero pero si es un sacrificio prefiero que no
Prefiero el vicio, la música y el amor.
Prefiero el vicio, la música y el amor.

Cuestion de reinados

Si existiera un concurso del Senor Colombia las repuestas serian de este tipo: "sabe que mami? no pregunte maricadas y mas bien eche pa'ca!!!"

15.11.10

Propuesta ingenieril para el diseño de modas

Hace unos días tuve que comprar algo de ropa. Como siempre, hubiera sido más fácil encontrar un racimo de bananos en Groenlandia, que algo que me ajustara. Y realmente no entiendo el porqué de la dificultad.

Si ya fuimos capaces de mandar gente a explorar la luna, ¿porque no somos capaces de unificar en un sistema estándar el uso de las prendas de vestir? Nada de M, L, 42 o 6 (nunca coinciden). No, no, no. Me refiero a que las medidas de las prendas vengan en sistema MKS y que deba hacerse la descripción por cada parte fundamental de la prenda.

Ejemplo pantalón: Cintura: 0.9m. Largo: 1.2m. Tiro: 0.4m Bota: 0.2m.

Asi, de entrada, podría saberse si coincide la prenda con la búsqueda, y las marcas podrían fabricar en menor cantidad las tallas que los especímenes extraños buscamos (largos y delgados en extremo, for ecsampol). (No subestimen el mercado extraterreste, que nosotros también podemos enriquecerlos!!!)

Un poco de ingeniería podría solucionar las cosas.

14.11.10

Cuerpos en saldo


A ratos me imagino instalado en otro cuerpo. No tiene nada que ver con sentirme en “los zapatos del otro” y tratar de entenderlo, sino únicamente con el afán de querer saber cómo se percibe el mundo no con unas extremidades de 1.5mts sino de 80cm. (Debe ser raro el mundo así (lo que no es decir nada, porque el mundo sería extraño de cualquier forma)).

Quizá no sea exactamente esto lo que encontré vía web en TALLAS (una exposición de Ana Álvarez Errecalde que se exhibe por estos días en el Centro Cultural de España en Buenos Aires, en la que se presentan a modo de trajes las reproducciones fotográficas de los cuerpos de unas 70 mujeres de diversos lugares del mundo), pero es una aproximación visual al concepto.

Yo hubiera querido llegar a un espacio así, pero sin que fuera una metáfora, sino un espacio de compra real. Un lugar donde pudiéramos conseguir el cuerpo en el que quisiéramos instalarnos. Como es evidente yo llegaría contando monedas y viendo los saldos. No creo que hubiera tenido problemas para adquirirme: seguro que si estuvieran vendiendo el mío, lo tendrían ofertado en un 75%, o a lo menos, lo entregarían adherido con alguna cinta a un empaque en promoción con un aviso del tipo “por la compra de 4 lleve este restante gratis”.

Así se presenta la instalación en su página principal:

TALLAS es una instalación de una tienda ficticia dónde se exponen unos cincuenta trajes/cuerpos de mujeres de edades, razas y tallas diferentes. Es común ver publicidades dónde las mujeres se cosifican, se presentan como objetos a adquirir o como accesorios que confieren determinado estatus . Esta exposición surge de la necesidad de dar una imagen sincera que confronte tanta publicidad que exhibe millones de imagenes distintas de una sóla mujer, la perfecta. TALLAS parte de fotografías no retocadas que permiten ver arrugas, cicatrices, pelos, bellas "imperfecciones" de los cuerpos que crecen, aman, sufren, viven. TALLAS nos invita a ponernos en la piel del otro a indagar en lo que nos impide mostrarnos como somos e ironiza en el valor que tenemos como individuos una vez que todo, específicamente nuestra propia naturaleza, se agrega a los haberes del mercado. TALLAS incita a la reflexión sobre el trato que se le da en nuestra sociedad al cuerpo "femenino". Indaga en el resultado de la cosificación. Permite la visualización de las “marcas” no comerciales sino reales, las cuales permanecen como tabú en las estandarizaciones de belleza. A través del arte se cuestiona el valor de la vida en función de parámetros tan arbitrarios como son nuestro lugar de origen y las apariencias.
Y así se presenta la propia Ana Álvarez Errecalde en su página personal (también pueden seguirla via Facebook aquí):

Nací en Bahía Blanca, Argentina. Estudié cinematografía en el C.E.R.C (Centro de Experimentación y Realización Cinematográfica de Buenos Aires) y obtuve una beca para realizar cortometrajes en Nueva York. Trabajé en producción documental y en televisión hasta que por una situación crítica e inesperada, descubrí el poder del arte como elemento catártico. Trabajo a partir de mi historia personal utilizando como medios la fotografía, el video y la instalación. Reflexiono sobre los roles que poco a poco van conformando nuestro mapa identitario analizando hechos que afectan a mi entorno. Con mi obra indago en las razones filosóficas y políticas que dan lugar al registro de la memoria familiar, principalmente a través del uso de la fotografía. Profundizo en la necesidad de autorepresentación como justificante del yo, en la discutible validéz del documento como conservador de la memoria y en la recreación ficticia que es a la vez metáfora y recurso terapeútico disparador de nuevas lecturas sobre mi propia vida.

9.11.10

Resumen del día

Hace un rato alguien me pregunto cómo transcurrió el día y le respondí que exactamente así:

clc
opcion=1;
format short
if opcion==1
aux_carac_3=CARAC_03_Ancho_base(1)-CARAC_03_Ancho_base;
[ORDER_VAL_DV_CARAC_03_Ancho_base,ORDER_N_DV_CARAC_03_Ancho_base]=...
sort(aux_carac_3,2,'descend');
ORDER_VAL_DV_CARAC_03_Ancho_base=ORDER_VAL_DV_CARAC_03_Ancho_base';
ORDER_N_DV_CARAC_03_Ancho_base=ORDER_N_DV_CARAC_03_Ancho_base';
M_DV_CARAC_03_Ancho_base=ORDER_N_DV_CARAC_03_Ancho_base(1)

Masturbarme el corazón

Tal y como lo recomienda M, este post lo debe anteceder un “Alerta Cursi”. A.S, amigo de A, notifica en su FB:
Ojala la falta de amor se aliviara como la falta de sexo, ojala pudiera masturbarme el corazón .

7.11.10

¿Cómo vienen los niños al mundo? (MTV)

Creo que este video puede ser de gran utilidad para quienes tengan que enfrentarse a una de las preguntas de la filosofía clásica: ¿papa, como nací yo?

Where the wild things are (2009)

Arranquemos por esto: Where the wild things are es una lección de sonorización y musicalización en el cine. Todo aquel que quisiera trabajar en este campo (y todo aquel que sea capaz de disfrutar aspectos concretos de elaboración en el cine) debería asomarse por ella. Variaciones sonoras completamente sincrónicas con lo visual y lo narrativo -desde lo aturdidor hasta lo delicado-.

Después, un extraño argumento de ficción que puede o no interesar. Un niño que ha abandonado su casa por conflictos con su madre y decide pasar una temporada haciéndose pasar por rey junto a unos monstruos extrañísimos que habitan un bosque donde la principal diversión es la destrucción.

Eso. Quien vaya por argumentos, terminara seguramente detestándola. Quien sea sensible frente a la elaboración como tal de lo audiovisual, tendrá mucho por percibir.

--->00:08:02
MAMA: Me vendría bien una historia.
MAX: Claro. Había unos edificios. Eran unos edificios muy altos y podían caminar. Luego había unos vampiros. Uno de los vampiros mordió al edificio más alto y sus colmillos se rompieron y después lo demás dientes se le cayeron. Entonces empezó a llorar y después los otros vampiros dijeron: “¿Por qué estás llorando? ¿No son ésos tus dientes de leche?” Y él dijo: “No, son mis dientes de adulto”. Y los vampiros sabían que él ya no podía ser un vampiro así que lo abandonaron. Fin.

--->00:20:47
CAROL: ¿Ya nadie más va a estar de mi lado? Sí, bien, supongo que no. Bien, estaré entonces yo en mi propio lado.

--->00:28:31
CAROL: ¡Mira! Va a hacernos felices, Judy.
JUDY: Sí... pero la felicidad no es siempre la mejor forma de ser feliz.

---> 00:48:16
IRA: No puedes negar que esto fue una buena idea.
JUDITH: No lo negué. Creo que parte de la idea fue mía.
IRA: ¿Qué parte?
JUDITH : La parte en la que dije: “Sí. Buena idea.”

4.11.10

Persona, Ingmar Bergman (1966)

Me reuní con C hace dos semanas (C es una de las únicas 3 personas nobles que deben existir en este mundo; las otras 2 no las conozco) y dejo tras su visita 6 films sobre mi mesa. Aseguraba que entre las 6 que quedaban allí, y entre las 4098504513412 que se han rodado en el planeta, Persona de Ingmar Bergman era su favorita.

Aunque tengo una aversión frente al cine clásico (y frente a lo clásico en general (bajo el chisme de clásicos, se cobijan largas horas de tedio para la humanidad en diversos formatos)), gozo también de otra enfermedad que a ratos logra combatir la primera: no puedo dejar de ver una recomendación que me haga alguien cercano (tengo que verla si o si, ya sea para apalearlo como el culpable de mis disgustos o para agradecerle su sabio consejo).

Contrario a todos mis desajustados pronósticos (tal como también ocurrió en una ocasión anterior con Casablanca), Persona resulto calar también dentro de mi lista de amores fílmicos.

Persona es un ejercicio teatral, más que un ejercicio cinematográfico. Aunque en Persona aparezcan varios personajes y locaciones (no me refiero únicamente a las dos mujeres que encabezan los cuadros, sino al conjunto en su totalidad) solo existen como arquitectura para desarrollar el monologo interior de una única voz y un único espacio: la cabeza de un individuo en la que rebota una reflexión continua sobre la identidad, o más bien sobre el conflicto que genera corroborar la imposibilidad de su existencia. Si, así es, la identidad no existe. Existen papeles para representar, pero no algo que se pueda ser. Es como si el mundo fuera un teatro sin público, donde nadie puede estar sentado viendo desde las bancas porque no hay un solo individuo que tenga rostro propio; existen únicamente cabezas con máscaras que van variando continua y aleatoriamente, y gente que las pasea de un lado a otro.

Persona tiene la estructura de la representación onírica: algunos pasajes incomprensibles (no entiendo el que papel juegan los cortos que existen al principio y al final del film con un niño jugando contra el fondo de un rostro; ojala alguien me lo notifique), y personajes tomados aleatoriamente de acuerdo con las necesidades para representar inconscientemente aquello que nos genera preocupación y confusiones.

Dos fragmentos finalmente, para sugerir el film. El primero, mi escena favorita.


--->00:18:25 Elisabeth, no creo que tenga sentido que te quedes en el hospital. Te hace daño estar aquí. Como no quieres ir a casa, te sugiero que te quedes con la Hermana Alma en mi casa junto al mar. ¿Crees que no entiendo? El imposible sueño de ser. No parecer, sino ser. Consciente, alerta cada vez que despiertas. La lucha entre lo que eres con los demás y quién eres tú. Una sensación de vértigo y un deseo constante de ser expuesta. De que te entiendan, que te quiten importancia hasta desvanecerte. Cada tono de voz, una mentira. Cada gesto, falso. Cada sonrisa, una mueca. ¿Suicidarse? Es impensable. No haces cosas como ésa. Pero puedes rehusarte a moverte y a hablar. Al menos no mientes. Puedes encerrarte en tu propio mundo. No tienes que representar ningún papel, hacer gestos falsos ni cambiar el rostro. Si uno lo piensa la realidad es diabólica. Tu escondite no es a prueba de agua. La vida entra por todos lados. Te ves obligada a reaccionar. Nadie pregunta si es real o no, si eres honesta o mientes. Eso sólo importa en el teatro y tal vez ni siquiera allí. Elisabeth, entiendo por qué no te mueves ni hablas. Tu falta de vida es tu papel más fantástico. Lo entiendo y te admiro. Deberías representar este papel hasta el final, hasta que ya no sea interesante. Entonces podrás dejarlo como dejas tus demás papeles.

1.11.10

CANAL ENCUENTRO: Fito Páez

Creo que hay que emitir un nuevo aplauso por los argentinos. Crearon ENCUENTRO (click sobre el nombre para conocerlo), un canal web institucional en el que recopilan en formato multimedia todo lo que los caracteriza como lo que son: un pueblo para el que la política, el futbol y el arte tiene una relevancia maternal. Documentales, entrevistas, videos, informativos, documentos históricos, todo con un formato de altísima calidad y un diseño completamente vanguardista (tan contrario a esos documentales institucionales que pretenden ser siempre campeones olímpicos del tedio y del mal gusto estético).

Como una muestra de lo que puede encontrarse en el CANAL ENCUENTRO, posteo una entrevista que hicieron a Fito Páez en su ciclo Encuentro en el estudio. Una entrevista que permite entender todo el proceso de elaboración que hay tras su música, y que puede entenderse tambien, mucho más allá, como el proceso que existe tras la elaboración de cualquier tipo arte.

Acomoden el sillón, el corazón y la cabeza, antes de oprimir play:

(La entrevista está fragmentada debido a las políticas de YouTube de no permitir más de 10min por video)

FRAGMENTO 1/6

--->1:16 (Estudios) Ion es la casa de la música argentina. Entrar aquí es entrar a un templo, un templo de la canción. Acá se grabó gran parte del tango argentino, el rock La máquina de hacer pájaros. No se han hecho discos malos aquí. Todos los fantasmas están acá.
--->3:34 Versión conjunta al piano de la uniendo Grisel de M. Morales y J.M Contursi, No se va a llamar mi amor de Charly García, y Fue amor del propio Páez.

FRAGMENTO 2/6

--->00:00 Versión conjunta al piano uniendo Carabelas nada, El amor después del amor, La rueda mágica y el Tema de pituso, temas del propio Páez.

FRAGMENTO 3/6

--->00:21 SOBRE COMO APARECE EL PIANO EN LA VIDA DE FITO: En el living en la casa de los Páez había un August Förster con candelabros que en realidad no lo tocaba nadie. Lo habían tocado las chicas de la familia: mi abuela, mi tía y mi madre -que era profesora de piano, y era grosa-. Mi madre era profesora de matemáticas y algebra, y vivía de eso, pero aparte, era concertista; un concertista no ganaba un peso en esas épocas en Rosario aunque ella era muy reconocida dentro del ámbito académico. Cuando yo nací mi madre fallece y el piano pasa a ser como un objeto casi como un muerto. Un cajón. No lo tocaba nadie. A todos les daba pudor. Así que estaba allí el piano y un día me acuerdo que estábamos viendo El hombre que volvió de la muerte, un viernes a la noche, yo era niño, 6,7,8, y no sé cómo se me dio por pedirle la llave del piano a mi viejo o a mi abuela. La llave era como la llave de un santuario, no se podía tocar, cuidado con esa llave. Entonces fueron, consiguieron la llave, lo abrí, y antes de terminar el programa le baje el volumen a la tele y empecé a hacer unos clusters. Y funcionaba bien con el fondo de la tele porque el tipo parecía una especie de monster. Me acuerdo que eso le llamo la atención a todos, y creo que fue la primera vez que toque el piano. Esa. Y después me dedique a eso.
--->03:40 SOBRE COMO INGRESA FITO A LA MUSICA: a la música me ingresa mi padre. Él era un melómano domestico clase media. Pero en esos años de la clase media se estaba internacionalizando el bossa nova del Brasil, estaba el tango en un momento de gran plenitud, estaban apareciendo los modernistas, se habían grabado los discos de trova, se escuchaba Miles, se escuchaba Sinatra. Había una cantidad de música en la casa. Autores como Jobim fueron los tipos que me pusieron las melodías que llevo en el cuerpo, y no lo digo de manera metafórica. Así que mi viejo es el que me mete en la música.
---> 05:09 SOBRE COMO COMIENZA LA FROMACION EN EL PIANO: Inicialmente, tome lecciones con la señora Bustos, una profesora de barrio, una señora católica pero muy voluptuosa, con la cual evidentemente me costaba mucho concentrarme aunque fuera una señora entrada en años. Con ella aprendí el Para Elisa. Y luego me cruce con el ucraniano que fue el profesor de mi madre. Este ya me metió en cosas más difíciles y allí ya empezó todo el proceso. Yo siempre fui muy vago para leer. Me cuesta mucho aprender sistemas, pero tengo buen oído. Así que le pedía al maestro que me tocara las piezas y escuchando las aprendía, y días después hacia como si las leyera. Hasta que un día –la mentira tiene patas cortas- tenía que aprender una escala ascendente larguísima y complicadísima y el maestro me decía: Repetí desde el compás número 12, y yo no sabía dónde estaba parado y, hasta que me echo del conservatorio. Fue un momento muy importante. Pero después la música va ganando terreno.
---> 09:14 SOBRE LA MUSICA COMO UNA LENGUAJE: Realmente es una expedición la música… (la música dentro de la vida) un viaje dentro de otro viaje… La cantidad de cosas que vas aprendiendo, que vas descubriendo, y que vas teniendo que modificar. La cantidad de lenguaje que tenés que aprender para comprender el verdadero lenguaje de la música. La cantidad de cosas que hay que ceder, de las cosas que uno piensa que son auténticas de uno y que en realidad no lo son, y que simplemente es ignorancia a lo mejor… uno dice: no me gusta esta música. No, no. No es que no te guste, es que no tenés recursos para comprenderla. Eso lleva mucho tiempo no? Y eso fue el viaje con la música, ir descubriendo.

FRAGMENTO 4/6

---> 00:00 SOBRE COMO SCHUMANN Y ELVIS TIENEN QUE VER: Cadencia con las que logra al final del fraseo rematar con esta bomba: Mira como Schumann termina en un tema de Elvis (delicada forma de decir que en este mundo las cosas preciosas tienen laberintos subterráneos siempre conexos). La música se hace así en realidad.
--->01:51 SOBRE EPOCAS DE DICTADURA E IMAGEN DE CHARLY GARCIA: En esos años yo era más pibe, yo escuchaba los Rolling stones, los Beatles. Quería tocar. No sabía, ni siquiera sospechaba lo que estaba sucediendo allí afuera, -que era un genocidio-. Veía las calles vacías, veía que no se podía salir. Había que hacer planes para juntarse y horarios. Yo tenía 15, 16 años. No formaba para mi algo raro. Era lo único que tenía. Yo no sabía lo que era la libertad. Hasta que lo vi a Charly, ahí me entere de que era la libertad. El tipo salía con una pata en el piano y otro en el mellotron, y me empezó a temblar todo el cuerpo. (Interpretación de La máquina de hacer pájaros de Charly García). Eso era lo que era la libertad. Y nosotros estábamos allí como unos pajaritos. Cuando hicimos Actuar para vivir llega Charly al camerino. Recién decían que yo le tenía bronca, que no sé qué cosa. Me comparaban con el cuándo yo me estaba orinando en los pantalones cuando lo veía entrar. Allí el me propuso allí grabar Clicks Modernos. Así que eso es tener suerte loco, nada más.
--->05:30 Versión de Al lado del Camino.
--->06:19 SOBRE COMO NACEN LAS CANCIONES Y EL PAPEL QUE JUEGA LA FORMACION EN EL ARTE:
ENT: como se construye una canción?, hay un plano para construir una canción o cada vez es diferente?
FITO: A ver. Hay gente que compone con método. Gente seria y muy buena. No está mal. No es mi caso. Yo soy muy caótico, y muchas veces el hecho de no tener planes me ha hecho perder mucho tiempo. Ejemplo: cadáver exquisito. (Explicación e interpretación al piano). Estuve con la parte A que es toda descendente 6 meses y no sabía cómo salir de ahí. El tema es que si sigo bajando me duermo, se va a dormir la gente, esto no le interesa a nadie. Pero era tan sencillo, si estas bajando todo el tiempo, no podes estar 6 meses perdido. Si estas bajando todo el tiempo, lo que tenés que hacer es subir. 6 meses; eso te pasa por no tener método.
ENT: Sin moralizar, ni una cosa esta bien, ni la otra está mal, pero estudiar a veces agiliza las cosas.
FITO: Claro. Porque el oído está bien, pero no está mal lo otro. Porque cuantas veces escuchamos: “no, no, si estudio tengo miedo a perder mi “esencia””. La esencia de la música ya está en el lenguaje. No hace falta de ninguno de nosotros para venir a ponerla en escena.


FRAGMENTO 5/6

--->00:00 SOBRE EL MISTERIO DEL PIANO: Es una de las cosas que me estoy guardando un poco. Porque anda tan bien esta máquina... Quien la pensó… Quiero guardar un poco de distancias con eso.
--->01:00 Versión piano-percutida de Yo vengo a ofrecer mi corazón.
--->08:21 SOBRE EL OFICIO DE CANTANTE: Uno hace el pan, el otro entierra los muertos, el otro corta la entrada al cine, el otro hace la leche, y uno cuenta la historia. No como un historiador. Uno es como especia de chaman del barrio que cuenta con una guitarra para que todos se diviertan el sábado en la noche. Entonces hay algo de eso que me toco encarnar a mí y que lo hago con mucha alegría y con mucho placer.

FRAGMENTO 6/6

--->00:00 Versión de 11 y 6 con final tanguero, y créditos con impecables fotografías del encuentro.

28.10.10

Mi estado crónico: Procrastinación

Estoy en estado procastinático crítico. Si alguien lo ha tratado, ruego que me contacte (NO es Broma). Así notifica Wikipedia mi mal:

La procrastinación (del latín: pro, adelante, y crastinus, referente al futuro) o posposición, es la acción o hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes.

Se trata de un trastorno del comportamiento que tiene su raíz en la asociación de la acción a realizar con el cambio, el dolor o la incomodidad (estrés). Éste puede ser psicológico (en la forma de ansiedad o frustración), físico (como el que se experimenta durante actos que requieren trabajo fuerte o ejercicio vigoroso) o intelectual. El término se aplica comúnmente al sentido de ansiedad generado ante una tarea pendiente de concluir. El acto que se pospone puede ser percibido como abrumador, desafiante, inquietante, peligroso, difícil, tedioso o aburrido, es decir, estresante, por lo cual se autojustifica posponerlo a un futuro sine die idealizado, en que lo importante es supeditado a lo urgente. También puede ser un síntoma de algún trastorno psicológico, como depresión o TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad).

La procrastinación como síndrome que evade responsabilizarse posponiendo tareas a realizar puede llevar al individuo a refugiarse en actividades ajenas a su cometido. La costumbre de posponer, si bien no se ha demostrado cabalmente, puede generar dependencia de diversos elementos externos, tales como navegar en Internet (que puede llevar a una adicción a la computadora, por ejemplo), leer libros, salir de compras, comer compulsivamente o dejarse absorber en exceso por la rutina laboral, entre otras, como pretexto para evadir alguna responsabilidad o decisión. Este problema de salud no necesariamente está ligado a la depresión o a la baja autoestima. El perfeccionismo extremo o el miedo al fracaso también son factores para posponer, como por ejemplo al no atender una llamada o una cita donde se espera aterrizar ya una decisión.

Existen dos tipos de individuos que ejecutan esta acción: procrastinadores eventuales y procrastinadores crónicos. Los segundos son los que comúnmente denotan trastornos en los comportamientos antes mencionados.

Algunos autores afirman que existen en la actualidad conductas adictivas que contribuyen a este trastorno de evasión: se refieren, por ejemplo, a las adicciones que, según algunos expertos, existen a la televisión, a la computadora o al sexo, sobre todo a través de Internet. Otros autores afirman que tales adicciones no existen. No obstante, a pesar de que ya hay propuestas de tratamiento para este tipo de problemas conductuales (terapia cognitivo-conductual, sobre todo, que incluye, por ejemplo, la aplicación de opciones en la propia computadora para bloquear voluntariamente el acceso a las páginas de pornografía), se trata de un tema muy nuevo, en el que aún hace falta realizar mucho trabajo de investigación.

Por otra parte, el llamado "síndrome del estudiante" (el hecho de que muchos estudiantes pospongan la entrega de sus trabajos hasta el último minuto del día de la fecha límite) está presente, al parecer, también en otros grupos sociales: en las temporadas en las que se acerca la fecha límite para pagar los impuestos (para presentar las declaraciones mensuales o anuales), las oficinas donde se llevan a cabo esos trámites (los bancos, por ejemplo) se saturan de personas que asisten a realizar ese trámite sólo hasta el último momento. Asimismo, se padece procrastinación al coleccionar muchas opciones, como excusa para no decidirse por alguna acción en concreto.

27.10.10

La biblia debería tener índice temático para saber si dios hablo de tal o cual cosa

1. Hace dos días cruzo las calles con precaución. Lo que ocurre es que en épocas que cursaba primer semestre en la universidad jure que podría morirme el día que dedujera el principio de funcionamiento del Vernier. Enfrentando cálculos de servilleta junto a E, dedujimos como podría diseñarse un Vernier con una precisión arbitraria (claro, pudimos haber buscado en google hace mucho tiempo, pero queríamos corroborar que los 8 años que gastamos en una carrera de 5, no nos venían en vano). Todo consiste en una relación de n:n-1 respecto a la coincidencia del principio y final de los intervalos en la escala patrón y en la escala fracción respectivamente.

2. Un día antes, programando para esa tesis de Magister que me está resultando más esquiva que Angelina Jolie, encontré un ejemplo, que si bien no es una demostración con base en axiomas (demostración que puede verse aquí), es un ejemplo sensible de porque la relación famosísima de “MENOS*MENOS=MAS” debe satisfacerse. Solo hay que pensar en el concepto de distancia respecto a un origen (que asociamos con diferencia, con resta, pero que tiene un submundo matemático y hasta filosófico preciso (y precioso) en el concepto de espacio vectorial y métrica).

PDT: la lista de principios simples que aún no entiendo, conserva varios folios (¿cómo shit se detiene el micrómetro mecánico cuando siente el grosor de un cabello?) Y la biblia es de tan mal gusto que no tiene índice temático para yo saber si dios hablo de tal o cual cosa, o si aún está preguntándose como yo, como mierda funciona ese micrómetro.

23.10.10

Iguanas y dinosaurios: América Latina como utopía del atraso

Juan Villoro es uno de los tipos más extraños que habitan las letras. Extraño por una sola razón: tiene 2 características que no suelen vivir juntas en la cabeza de nadie, la exhaustividad y la exquisitez. Por una parte, Villoro es un académico que ha paseado casi todos los campos de las humanidades con una rigurosidad alarmante: sociología, política, historia, filosofía, lenguas, literatura. Lo que quiere decir, a modo de precario ejemplo, que ha investigado e intercedido en el tema de fronteras e inmigración (tema clave en su país), que ha documentado y narrado la historia de México (sobre todo la reciente), que fue el tipo que tradujo impecablemente Capote al español y que hecho crítica literaria de primer nivel.

Pero hasta allí, nada extraño (sino pues estaríamos hablando de Octavio Paz, o de Vargas llosa, o de alguno de esos tipos de letras y corbata). Lo que ocurre es que además Villoro es un tipo con un lenguaje delicioso (leve, de atajo, bromista, mexicano, provocador), y no me refiero únicamente a sus cuentos (que son quizá la muestra más convincente de ello) sino a cualquier tipo de escritura que enfrente.

Hace algún tiempo leí un ensayo suyo que trataba el tema de la mirada que Europa tenía sobre América. En resumen planteaba que ese escándalo que América da por llamar identidad (esa vocación por mostrarse indigenísima, folclorisima, extravagante, místicamente irracional) corresponde en realidad a la satisfacción de una exigencia que es una pieza clave en el rompecabezas de las necesidades europeas. Digamos que Europa reserva para si el papel de la razón, y necesita que alguien haga el papel de los disparates (papel que cumplimos y en el que además parece que nosotros nos sentimos muy nosotros).

La identidad me importa 3.5 pepinos. No tengo nada que ver ni con los indígenas Guanes de los que desciende mi padre, ni con los eslavos orientales de los que desciende mi madre. Yo crecí escuchando los Misfits en un lugar que se mantuvo siempre rondando los 27 grados, y sentado en un computador tratando de leer lo que se me atravesara a la vuelta de cualquier enter. Soy eso y no otra cosa. No sé si algo de América haya allí, pero sé que si no está, no quiero sacar un zampoña y un sombrerito de colores para sentirme con más identidad. Creo que la identidad la codifica de manera inmediata el espacio en el que frecuentamos a las 17 personas más cercanas durante nuestros 20 primeros años de vida, y puede no tener que ver con la tradición (casi siempre mitificada y no vivencial) de un territorio.

Bueno, sin más, al texto. Sin duda todo lo que podía llegar a decir la sociología sobre la mirada de Europa sobre América está escrito en este ensayo y no hizo falta cita alguna de Weber ni Marx para tratar el tema.

Iguanas y dinosaurios: América Latina como utopía del atraso

Juan Villoro

A los cuatro años me encontré ante una disyuntiva que decidió mi vida. En el Colegio Alemán de la ciudad de México fui sometido a una prueba que no recuerdo pero que provocó que yo quedara en el Grupo A, es decir, en el de los alemanes. Durante nueve años sólo llevé una materia en español: Lengua Nacional. En las clases de matemáticas había que resolver problemas de este tipo: «La abuela de Udo tiene en el sótano de su casa cinco frascos de manzanas que cultivó en su huerta. Con ellos piensa hacer apfelstrudel. Si para cada pastel se requiere una manzana y media y en cada frasco hay quince, ¿cuántos puede hacer la abuela de Udo?». Además de las imposibles matemáticas, me desvelaban otros enigmas: en México las casas no tienen sótano y las abuelas no cultivan manzanas ni preparan apfelstrudel. La escuela logró que el conocimiento me pareciera una insuperable forma de la dificultad. Como mi primer idioma leído y escrito fue el alemán, saber algo significaba saberlo en extranjero. Esta educación extravagante tuvo dos resultados: nada me gusta tanto como el español y detesto cualquier idea reductora de la identidad nacional.

El origen de mis padecimientos escolares se debió a una disposición del Colegio, acaso inducida por nuestra Secretaría de Educación Pública: evitar el racismo y la segregación en los salones.

Debuté en las aulas del saber en 1960, cuando la segunda guerra mundial todavía alimentaba las principales películas de acción. El Colegio Alemán había sido cerrado durante la contienda por su filiación nacionalsocialista, y se hablaba de un mítico sótano en el que se guardaban archivos del Tercer Reich. Como tantas escuelas bilingües, la nuestra siempre había tenido un grupo foráneo. Después de la guerra, el miedo al pangermanismo y el deseo de guardar las apariencias provocaron que en cada aula alemana hubiera dos o tres mexicanos capaces de garantizar la mezcla de culturas. Durante nueve años, mis malas calificaciones fueron toleradas por los maestros porque, a fin de cuentas, yo representaba a la sufrida raza vernácula que desconocía, no sólo el arte de transformar los sentimientos en apfelstrudel, sino las declinaciones del dativo y las frases con verbo al final. En ciertos días, los maestros me consultaban como si fuese un oráculo de las tradiciones populares: ¿tu abuela se frota mariguana en las piernas?, ¿es cierto que ustedes se ríen en los velorios?, ¿alguno de tus tíos saca su pistola en las fiestas y lanza tiros de alegría?, ¿por qué las sirvientas se van sin avisar, los policías piden limosna y los plomeros aciertan en el día pero no en el mes en que fueron llamados a una casa inundada? La vida tumultuosa, incomprensible y mexicana que rodeaba al Colegio llegaba en estas preguntas a los delegados folklóricos de cada salón. Con el tiempo, los temas aumentaron de complejidad: a los once años me sentí en la obligación no sólo de explicar sino de defender los sacrificios humanos de los aztecas. Puesto que yo representaba la otredad, nada podía beneficiarme tanto como las rarezas. Mientras más picaran nuestros chiles, mejor sonarían mis informes. Los maestros gozaban con las truculencias de su país de adopción. Su demanda de exotismo me hizo describir una patria exagerada, donde mis primos desayunaban tequila con pólvora, mis tías se encajaban espinas de agave para castigar sus malos pensamientos y sangraban por la casa, como si posaran para Frida Kahlo, mi abuelo era fusilado en la revolución y por todo legado dejaba el ojo de vidrio con el que yo jugaba a las canicas.

«Ach so!», exclamaba el profesor al enterarse de que no había hecho la tarea porque pasé el día de muertos dedicado a comer una inmensa calavera de azúcar que llevaba mi nombre. Lo estrafalario siempre convencía.

Los años en los que cumplí con las expectativas de la escuela me convirtieron en un autor del realismo mágico. Sin embargo, cuando empecé a escribir relatos no pensé que tuviera obligación de ser típicamente mexicano. De nueva cuenta, fue la mirada europea lo que me recordó la existencia de los patriotismos literarios.

Los encuentros internacionales de escritores suelen ser una comedia de malentendidos culturales. En una ocasión participé en un congreso en Alemania y conocí a uno de los numerosos Helmuts que creen que América Latina es una oportunidad de ser gozosamente irresponsable. Lo primero que supimos de él fue que se había liberado de la condena europea de ser puntual. Nos hizo esperar una hora en el aeropuerto, a punto de desmayarnos por el jet-lag. En los siguientes cuatro días, Helmut nos convidó a deshoras un tequila japonés que venía en una botella en forma de pirámide y nos forzó a cantar Cielito lindo al final de cada reunión. De sobra está decir que hicimos el ridículo. A todas partes llegamos tarde, pero fuimos presentados por Helmut con un descaro desafiante, como si Europa nos debiera la invención del chocolate. Nuestro anfitrión estaba harto de los agravios sufridos por América Latina, esa selva insolada donde la cabeza sólo se soporta gracias a las aspirinas que vienen de Alemania. Cuando le dijimos que teníamos la vaga impresión de haber sido demasiado informales, nos vio con estudiado gesto guevarista y recordó que no teníamos por qué rendirle cuentas al racionalismo colonial. El público esperaba magia de nosotros. Con la mejor intención del mundo, Helmut convirtió nuestra estancia en un infierno en el que nos comportamos como los desmedidos personajes que yo inventaba en el Colegio Alemán.

El exotismo existe para satisfacer la mirada ajena. Uno de los resultados más graves y más sutiles del eurocentrismo es que, en busca de lo «auténtico», privilegia lo pintoresco. No estamos ante los personajes de Kipling o Conrad donde lo blanco o lo occidental supera a lo aborigen, sino ante algo más complejo. En aras del respeto a la diversidad, ciertos discursos postcoloniales europeos incurren en un curioso fundamentalismo del folklor. Las novelas, las películas, los grabados y las instalaciones del tercer mundo se convierten en meros vehículos de identidad nacional. En esta perspectiva, los relatos de la otredad son significativos en tanto documentos: un argentino atrapado en un elevador o un boliviano deprimido en un Kentucky Fried Chicken sólo merecen tener historia si, de manera directa o simbólica, se relacionan con el rico arsenal de «lo latinoamericano», es decir, con las prenociones de diseño europeo.

La «retórica de la culpa», como la llama Edward Said, ha provocado un peculiar viraje del eurocentrismo donde el respeto a lo otro pasa por nuevas y más complejas distorsiones. Viernes no se somete a Robinson sino que le vende chaquira y le enseña a meditar como un chamán. El aborigen no es un ser inferior, sino distinto. Sin embargo, está obligado a ser distinto en forma unívoca, como custodio y garante de la alteridad. No se espera que Viernes haga sumas y restas más precisas que las de Robinson, sino que lo adoctrine con saberes trascendentes, desconocidos, seductoramente prelógicos. El mito de Viernes sufre así una inversión antropológica: su superioridad se funda en la rareza.

Atraídos por lo singular, numerosos espíritus bienpensantes desdeñan la ruta ilustrada de Alexander von Humboldt y se niegan a tocar con la razón un territorio que prefieren incomprensible. En nombre de la diversidad, América Latina es vista como un vivero del color local. En cambio, en Latinoamérica importa poco que un dibujante sueco refleje su condición escandinava en cada trazo. Desde un principio, estamos acostumbrados al arte que viaja y se mezcla; la geografía de nuestra imaginación supone por lo menos dos orillas: la cultura del origen y las muchas cosas venidas de lejos.

Durante tres años trabajé en Berlín oriental como agregado cultural de mi país y en una ocasión recibí el encargo de organizar una muestra de serigrafías de Sebastián, quien se ha servido de la herencia de Josef Albers y la escuela Bauhaus. El director de la galería contempló los cuadros constructivistas con enorme escepticismo: «me gustan, ¿pero qué tienen de mexicanos?», preguntó. En un arranque de desesperación, dije que los triángulos aludían al arco de las pirámides mayas; los rectángulos, a las grecas aztecas, y los colores, a las direcciones del cielo de la cosmogonía prehispánica. El curador cambió de opinión: Sebastián era un genio.

Pero no sólo el eurocentrismo es responsable del folklor que sale de América Latina. Ante la demanda de un arte con legítimo pedigrí latino, ciertos artistas procuran ser propositivamente autóctonos. Gabriel García Márquez y Alejo Carpentier no concibieron estrategia alguna para encandilar a la crítica extranjera; sus obras son el resultado natural de sus apuestas literarias. Cien años de soledad y Los pasos perdidos representan momentos culminantes del idioma y poderosas reinvenciones de la realidad. Nada sería tan mezquino como regatearles méritos. Sin embargo, es innegable que a la sombra de estas ceibas de fábula han florecido «plumas tutti-fruti» -para usar la expresión de Cabrera Infante- que desean repetir una fórmula de éxito, iluminar por números el desorbitado paisaje americano. La situación se presta para una farsa de las autenticidades cruzadas. En mi novela Materia dispuesta una compañía de teatro mexicana es invitada a una gira europea. Antes de la partida, el promotor hace una recomendación: para tener éxito en ultramar, deben lucir más mexicanos. Los actores caen en un vértigo de la identidad: ¿cómo pueden disfrazarse de sí mismos? El director contrata a unos percusionistas caribeños, que nada tienen de mexicanos, pero que en Europa parecerán salvajemente oriundos, y los actores se someten a sesiones de bronceado para ser dignos representantes de la «raza de bronce». En un travestismo cultural, los actores de la novela integran una nueva tribu, de pieles infrarrojas, pigmentadas para no decepcionar a los extranjeros. Estamos ante la más absurda autenticidad artificial.

Cada público tiene derecho a sus pasiones y nada sería tan arbitrario como proponer una tiranía del buen gusto. En un mundo que ha inventado formas de satisfacción que van de los cantos gregorianos a los calzones comestibles, no resulta particularmente escabroso que los lectores europeos pidan de América Latina generales que vivan 168 años, jaguares con ojos de jade o ninfas que levitan en los manglares. Lo grave es que la visión de conjunto de América Latina se someta a estas prenociones: el realismo mágico como explicación de un mundo que no conoce otra lógica.

El imperio del tiempo

El contacto con América Latina no significa una amenaza directa para la ciudadela europea. Los peligros migratorios están en otras partes: los rusos que en el invierno de su descontento pueden esquiar de Moscú a Berlín, los árabes en busca de refugio y empleo, los chinos prósperos deseosos de conocer París y reservar medio millón de habitaciones. América Latina queda más lejos y llega en los cambiantes y coloridos envases de sus granos de café y sus discos de salsa. Esta lejanía hace que en el campo cultural satisfaga una curiosa necesidad del imaginario europeo: la utopía del atraso. Nada más sugerente en un mundo globalizado que una reservación donde se preservan costumbres remotas. Si los norteamericanos viajan a hoteles que les permiten sentir que Ghichén Itzá es como Houston, pero con pirámides, los europeos suelen ser sibaritas de la autenticidad. Curiosamente, este apetito por lo original puede llevar a un hedonismo arqueológico, donde la miseria y la injusticia se convierten en formas del pintoresquismo. La selva común de las iguanas es vista como el fascinante hábitat de los dinosaurios, un Parque Jurásico que permite excursionar al pasado.

Tanto en las guías de viaje que recomiendan no beber el agua de nuestras tuberías como en las superproducciones de Hollywood donde «el mexicano» es alguien de bigote ejemplar que se ríe mucho cuando mata a su mejor amigo, México semeja un parque de atracciones fuera del tiempo, un hirviente melting pot, ya olvidado por las naciones que sólo conocen las etnias y las razas por los anuncios de Benetton.

Uno de los negocios más seguros del momento sería la construcción de una Disneylandia del rezago latino donde los visitantes conocieran dictadores, guerrilleros, narcotraficantes, militantes del único partido que duró setenta y un años en el poder, mujeres que se infartan al hacer el amor y resucitan con el aroma del sándalo, toreros que comen vidrio, niños que duermen en alcantarillas, adivinas que entran en trance para descubrir las cuentas suizas del presidente.

Estamos ante un colonialismo de nuevo cuño, que no depende del dominio del espacio sino del tiempo. En el parque de atracciones latinoamericano, el pasado no es un componente histórico sino una determinación del presente. Anclados, fijos en su identidad, nuestros países surten de antiguallas a un continente que se reserva para sí los usos de la modernidad y del futuro.

Conviene insistir en que la exigencia de una cultura que despida la turbadora fragancia de la guayaba no se basa en el egoísmo europeo sino en una peculiar distorsión de los «otros», en la necesidad de incluir una barbarie controlada en su imaginario. En El salvaje en el espejo, Roger Bartra estudia la función que en la Europa medieval desempeñó el mito del salvaje, el homúnculo cubierto de pelos y dominado por bajos instintos que animaba las novelas de caballería, el repertorio de los trovadores, los gobelinos donde aparecían princesas amenazadas, y que, por riguroso contraste, refrendaba la superioridad del hombre civilizado. De acuerdo con Bartra, el descubrimiento de América tuvo un efecto disolvente en esta tradición. Ante los «salvajes reales», no se requería de una figura de leyenda que amarrara doncellas de los árboles. El europeo podía medirse contra los incas o los aztecas. Con todos los matices del caso, es en esta línea donde se inscribe la sobrevaloración cultural del atraso latinoamericano.

Durante nueve años salí de aprietos en el Colegio Alemán haciendo que las iguanas vulgares parecieran dinosaurios de feria. Mi infancia fue un país exótico por partida doble. Estaba preocupado por el apfelstrudel que sólo comía en la imaginación y por el folklor que debía garantizar en clase. No fue una enseñanza modelo, pero me dejó la certeza de que la única patria verdadera se asume sin posar para la mirada ajena.