16.10.10

Vida, lecturas y blogs a retazos

Hace algo así como una semana empecé a “trabajar”. Las comillas hacen referencia a que la palabra más adecuada sería a capacitarme (bonito término para algo mucho más seco y duro: trabajar en el mismo horario que cualquiera sin que una sola moneda golpee el fondo de mi bolsillo). Bueno, el capacitarme va sin comillas, porque realmente sabía hacer poco. La academia nos entrega matemática dura para enviar cohetes a la luna, pero cuando cerramos los libros y nos hacen llegar tres cables, no sabemos cuál va con cual. (Afuera, en las empresas, el dinero se genera aplicando no más que la regla de 3 –bueno, además de ponerse la camisa y saber con quién hablar-).

Así que por este tiempo he encontrado todo lo restante únicamente a retazos: lecturas, conversaciones, películas, entradas al blog, etc. Esos retazos, a los que hubiera querido dedicarle algo más de cabeza y líneas, quedaran dispersos como sigue:

1. Fragmentos de 3 demoledoras entradas del blog 0 Comments:

--->Entrada 1: Pasarás mucho tiempo haciendo shopping online desde tu celda
Se volverá cada vez más difícil vivir la propia vida como una "historia". A esa narración sobre uno mismo le empezarán a faltar algunos capítulos claves. Luego quedarán piezas sueltas que no cuajan significativamente. El próximo paso es la incapacidad de presentarse como una "persona". Posiblemente nos demos cuenta que insistir en ser individuos sale demasiado caro. Todo esto en un contexo de "gran lucidez". No es algo que sólo me vaya a ocurrir a mí. Estoy escribiendo una novela sobre el futuro en 5 horas.
I. Cuanto más afirma uno su unicidad (su capacidad de ser único) en su blog, facebook o twitter, más genérico se vuelve. Cuánta más información sobre uno mismo se carga en Internet más se diluye el self. La última expresión de individualidad consistirá en llevar un disfraz de Halloween todos los días.
II. La sensación mental gomosa al escuchar el cover de una canción. Dios está podrido de hacer milagros. No habrá una nueva buena canción hasta 2049.

--->Entrada 2: Nada es mejor que Dios
IV. Piensa en el futuro, asegúrate alguien que te cambie los pañales. Te convertirás en una nube de datos que circula el planeta como una medusa de estropajo.

--->Entrada 3: ¿Si no fuimos a la Luna cómo los astronautas pudieron haber tenido sexo allí?
¿Podría mi mano ser no una mano sino un oso hormiguero disfrazado? Irónicamente, los que están verdaderamente del tomate, rara vez sienten que tienen que defender su sanidad.
2. La evolución no está en el negocio de producir inteligencia sino que favorece a las criaturas más exitosas en un determinado nicho no necesariamente complejo. Si bien la vida podría ser un fenómeno vulgar en el universo —hasta ya se está hablando de vida en Marte— existiría la trágica posibilidad de que seamos la única «inteligencia»... Prosigan con sus tareas, por favor...
3. Un simulador de lotería prueba cómo x ej. jugándole 2 veces x semana al mismo número (o a distintos) durante 500 años, uno nunca gana. Jugarle al 123456 tiene las mismas probabilidades que cualquier otro nro. sin embargo nadie le juega al 123456 ni al 666666. Lo + extraño es que las probabilidades de ganar son las mismas cuando uno NO compra el billete de lotería. De mal gusto es que no es que nadie vaya a ganar la lotería sino que UNO no va a ganar. Dicen que jugar a la lotería es un impuesto a los que no aprobaron probabilística.
4. Gliese 581g: Yendo a 16000 avos de la velocidad de la luz se podría llegar a este exoplaneta prometedor en 300.000 años. Pero para lograr este casi imposible es necesario un imposible absoluto: una cantidad de joules equivalentes a la energía solar recolectada por toda una Tierra cubierta de paneles solares durante 3 millones de años. Además, una vez allí, en Gliese 581g, hay que saber frenar (se requiere la misma energía que para arrancar...). Quizás en Gliese 581g estén haciendo cálculos parecidos y piensen "cuando lleguen estos gatos de la Tierra les copiamos la ingeniería". ACTUALIZACIÓN: este planeta que podría albergar la vida podría no existir. (Viajar x 300.000 años y luego no hay nada... Supongo que desde torre de control les dirán "Sigan igual. Encontraremos una solución")
6. Pasaban los años y yo escribía una historia mala tras otra. No está confirmado que uno sea el dueño de su cerebro. Y que uno piense que las cosas no van a cambiar no significa que no vayan a cambiar.

2. Delicioso y conmovedor post de la MaryPoppins:


Lo cierto es que mi viejo me contagió dos amores: Paris y Piazzolla. Astor sonaba siempre en mi casa. Mi papá llegaba de trabajar como a las 8 se servía un whisky en el living, cerraba las puertas y ponía el tocadiscos. Mi casa se llenaba a la vez de música y de silencio. Así, su admiración se convirtió en la propia y encierra tal sensibilidad que nos impide escucharlo juntos por la verguenza de la emoción. "Esta música, nena, no es para gente feliz". Me tardó algún tiempo entender esto.

En la 60, rue Servan cod. 1789 me abre la puerta una amiga fotógrafa y pintora, queridísima por mí. Era tarde cuando terminamos ese vino francés acurrucadas en un sillon de tela blanca después de contarnos un anio dificil para las dos. A ella la visitó una enfermedad que se fue como vino, a patadas de quimio y golf. Me dolía escucharla, saber que pasó por tanto. Mi turno, ya ablandadísimo por la música y el cabernet, terminó en un abrazo que hacía tiempo necesitaba. No volvimos hablar de nuestro anio.

Saint Merry, Saint Severin et Saint Julien le Pauvre son mis iglesias preferidas
La primera está a las espaldas de la Place Igor Stravinsky y es muy fácil que se te escape y le pases de largo. Por suerte el Hotel de Ville no se ha decidido a rejuvenecer su interior de piedra casi negra (primer foto) y que encierra unas velas delgadísimas donde las virgenes escuchan deseosos secretos, muy probablemente ligados al amor y a la salud.
3. Retazos de 2 posts del matetuerto:

Post 1: Víctor Hugo Viscarra: Confieso que he bebido
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Tan marginal en la literatura como en su vida, la publicación de las crónicas y relatos reunidos en Borracho estaba, pero me acuerdo (Libros del náufrago) constituye un verdadero acontecimiento.
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a Viscarra, medio en serio y medio en broma, le gustaba autoproclamarse como antropólogo: “Soy antropólogo, experto en antros”, solía decir.

Como afirma Nicolás Recoaro, responsable de una antología de literatura boliviana y uno de los introductores de Viscarra en Argentina, países bilingües como Bolivia o Paraguay constituyen auténticos “laboratorios de lenguaje a cielo abierto”. Allí, las conversaciones de la calle son literatura de vanguardia. Ecos del quechua y el aymara resuenan en la semántica y la sintaxis de Viscarra y lo emparentan a la cruza de portuñol.

Alcoholatum y otros drinks (2001) Borracho estaba… (2002) Avisos necrológicos (2005) y, póstumamente, Ch’aquí fulero (2008), lo convirtieron en un autor de culto y en uno de los más importantes de su generación, junto a Manuel Vargas o Adolfo Cárdenas. A Viscarra le hacía gracia que lo llamaran el “Bukowski boliviano”. Si bien su escritura es mucho más referencial que la del autor de Mujeres, la realidad latinoamericana puede superar a la imaginación más florida: algunos episodios de Borracho, como el de las “cholitas strippers” o el “cementerio de los elefantes”, un “traguerío” en el que la dueña encierra a sus clientes con baldes de alcohol para que, literalmente, beban hasta morir, podrían ser acabados relatos de la mejor ficción urbana. “Si llego a los cincuenta, nacionalizo una pistola y me pego un tiro”, amenazaba Viscarra. No llegó: su hígado dijo basta a los 49.
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Post 2: Militancia
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Los estudios perpetrados en el área de la taxonomía de la amistad, revelan que el tipo de amistad que me une con A es del siguiente tipo: Intermitente. Nos vemos una o dos veces al año. Suele mediar algún propósito subsidiario al mero constatar el estado general de los proyectos, logros, frustraciones y estados anímicos del otro. Suele pasar que las conversaciones con A son ajustes de cuentas. No solo es peronista, sino que a todo fin práctico, también es militante. Eso me pone en una situación incómoda. Yo no milito sino en mi propio beneficio. Soy ese epítome de la psicopatología fogoneada por el menemismo: un egoísta. Y no me gusta dilapidar energías en nada que no contribuya directamente a la consecución de este o aquél objetivo de ese tenor.
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