12.9.10

Bajo esta escritura tremenda

Acerca de Bajo este sol tremendo,
de Carlos Busqued


A Carlos Busqued me lo presento el mouse de una computadora. Clickeaba blogs argentinos hasta que se abrió uno que decía algo como esto: “mi vecina me pregunto hace unos días que porque había dejado de postear, si lo hacía tan bonito. Yo no había tenido muchas ocupaciones para usarlas como excusa, pero bueno, como le iba a mencionar lo de la masturbación extrema…”.

Días después clickee otro enlace en el que reseñaban la novela de un tipo, que coincidía con tener un blog con el mismo nombre del que había leído días atrás, y decían que su novela era algo así como “la mejor novela argentina que habían leído en décadas”. Acercando las coincidencias pensé entonces que, o bien la gente de google (blogspot) era una irresponsable por permitir que un blogger pajero empleara el mismo dominio que un novelista que había publicado en Anagrama, o bien, el tipo era el mismo, lo que podría llevar a convertirlo en un nuevo dios, dentro de mi literatura politeísta de dioses amorfos, si las afirmaciones que se hacían en torno su novela resultaban ciertas.

La novela era Bajo este sol tremendo y el tipo era Carlos Busqued. Después de leer las 180 páginas pude corroborar que lo que sobre la novela se afirmaba era falso: las dimensiones de su propuesta narrativa estaban mucho más allá de la frontera argentina; se debía notificar que, después de Bajo este sol tremendo, Busqued era un genio universal.

Busqued es un genio precisamente porque no lo es. Porque en él como en sus personajes (Busqueds desdoblados) no hay grandes propósitos, ni medianos propósitos, ni propósitos siquiera. Lo único que rebota en la cabeza es ganársela fácil, aunque la vida se les venga siempre con complicaciones.

Busqued es un aficionado al aeromodelismo, al porro, a los documentales sobre guerras mundiales, a los documentales sobre animales, y a la pornografía. De allí, que haciéndola fácil, no iba a escribir una novela donde sus personajes, Cetarti, Duarte y Danielito, fueran otra cosa. Quizá lo único que faltaría en Busqued para que la radiografía de sus personajes ajustara exacta, sería que Busqued ejerciera la delincuencia. Pero ya lo habíamos dicho, Busqued es un tipo que no se va a andar con complicaciones: hay que hacer menos escribiendo que delinquiendo. Además, que se le venga a uno a la cabeza la idea de un grupo de delincuentes cuando se decide a escribir, es una reacción inmediata: total, de entrada se sabe que sobre buenas personas no puede escribirse una sola línea que valga la pena.

Entonces, haciéndola fácil, Busqued armo Bajo este sol tremendo así: Cetarti, un tipo que se dedica a pasar sus tardes entre los porros y la televisión, se entera por medio de Duarte, un antiguo compañero en la Fuerza Aérea de la ultima pareja de su madre, que ella y su hermano fueron asesinados por este mientras miraban de manera no muy entretenida una escopeta que les apuntaba. Que el tipo hubiera hecho blanco mortal en sus pechos, hacia que ahora Cetarti, quien no había tenido relación alguna con su madre y su hermano por años, pudiera cobrar una pensión a la Fuerza Aérea empleando algunos trucos corruptos que Duarte, quien había sido suboficial y tenia algunos contactos, amablemente le ofrecía adelantar a cambio del un porcentaje amplio de la guita.

Duarte, que es un tipo mucho más trabajador (y que maneja un lenguaje e inteligencia criminal desinteresados y exquisitos -puede tener igual interés en armar aviones a escala, golpear detenidos, o cuidar animales), no se dedica únicamente al oficio corrupto del cobro de pensiones, sino que también extorsiona familias mediante secuestros, en los que Danielito (quien reparte sus tardes entre la delincuencia con Duarte y oficios no menos alarmantes con su madre) colabora.

Mientras el asunto del cobro de la pensión se resuelve, los tres, pasan, de manera aislada o en conjunto, largas jornadas frente al televisor, viendo documentales sobre animales y guerras mundiales, que cifran significados mucho más duros, si un personaje de Busqued (Busqued mismo) los está viendo.

Busqued es una maquina que convierte programación televisiva superflua en una herramienta literaria que fundamenta su escritura. Y no únicamente porque use la información como metáfora (la soledad en Busqued no son señoras divorciadas, sino calamares gigantes que habitan el fondo oscuro de los océanos) sino porque se apropia del lenguaje, de la forma del documental televisivo y cuelga sobre el su literatura. Busqued es una cámara que filma el desgano y el sin propósito, una cámara que se instala frente a sí, y que cableando un micrófono directo a su cabeza, registra lo que ocurre en ella mientras él se dedica a cambiar canales.

Leve, rápida, concreta, actual, pero en ningún caso delicada y trivial la literatura de Busqued.

Con las entradas de su blog (http://borderlinecarlito.blogspot.com), y más aun con su primera novela, Carlos Busqued ha dejado las letras Bajo esta escritura tremenda.

3 comentarios:

  1. Hay alguna información más sobre Busqued que quizá pueda interesar (videos de entrevista y lectura por el mismo), si clickean el en tag “Carlos Busqued” de este mismo blog, o si clickean directamente este link: http://cualquiercosismo.blogspot.com/search/label/Carlos%20Busqued

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  2. thanks amigo confundido, por los conceptos vertidos y haberte tomado el trabajo de ponerte a escribirlos. es muy raro todavia recibir feedbacks de este libro que nunca pensé que leería nadie

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  3. Busqued, mas grato aun que vos, mientras te cobija esta fama menor, podas leer lo que sobre tu literatura se publica. Por 1ra vez el mundo lector y escritor tiene contacto.

    Anda segui viendo la tv, y seguilo notificando, por favor. Que aqui hay quienes estan a la espera...

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