27.4.10

Amarga infancia

Sucede que asistía a un taller de escritura. Sucede que era un espectaculo porque en él, no se escribía. En él, adentro. Pero sucede que afuera ocurrían cosas como esta:

Amarga infancia

De niño, mi padre me obligaba todas las mañanas a sostener las patas de los caballos, mientras él martillaba los clavos en sus cascos. Cuando los caballos se meaban, sus orines me salpicaban la cara, y en el piso hervía la espuma caliente que lavaba mis pies descalzos, y el orín corría serpentiforme por el medio del patio donde mis hermanas hacían cola frente a la abuela que repartía la comida sentada alrededor de las ollas como una baterista de jazz.

-Por favor no me sirva la cerveza en vaso: prefiero tomarla a pico de botella.

Orlando Cajamarca
Director del Teatro: Esquina Latina.
Cali - Colombia

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