13.6.10

Versiones de un Mundial

Empezó el mundial, y con ello las empatías y distancias, de gustosos y alérgicos al futbol. Por mi parte no existe ni empatía ni alergia alguna. Desconozco el nombre de 198 del los 200 jugadores, menos aun quien podría dirigirlos, y cómo es que es eso de que el futbol se pueda dirigir. Y se puede, porque existe 4-4-2 y alguien que grita cosas que surgen y no efecto; y no creo que haya tantos salarios sobredimesionados en este mundo con el único fin de distraerme y hacerme creer que existe una dirección cuando no la hay.

Como Bolaño, creo que el futbol me interesa mucho más cuando hay un jugador que decide patear contra su propia red, o cuando hay alguien que no conoce bien las reglas, o trata de estropearlas.

Aunque no tenga un mayor conocimiento del futbol, creo que frente a él, como frente a cualquier otro aglomerante masivo, siempre hay una tentación de acercamiento. Como cuando se asiste al centro de cualquier ciudad y se ve un grupo grande de personas arremolinadas entorno a algo que aun no logramos ver, pero que nos hace correr, empinarnos y descubrirlo.

Discuto con C porque tiene alergias con eso de que 22 personas corran tras una pelota y otras millones más, además, se sienten a verlas. Sugiero de todas las maneras que su formación en humanidades debería generarle alguna sensibilidad frente al tema. El hecho de que el 80% del equipo francés sea de raza negra (único caso dentro de los equipos europeos) es algo que debe tener un componente histórico importante. De eso hablábamos mientras la pelota iba de lado a lado entre Uruguayos y Franceses.

Horas antes, el partido con que inicio el mundial (Sudafrica-Mexico) genero una pregunta filosófica aun más complicada: puede generarse un fuera de lugar disparando desde un tiro de esquina? Si el fuera de lugar tiene que ver fundamentalmente con el hecho de que la pelota avance, como puede generarse un fuera de lugar desde el final de una línea donde el balón no puede hacer otra cosa que retroceder? Si puede existir un fuera de lugar desde un tiro de esquina, entonces se puede ir mas allá del final. Y si se puede ir mas allá del fin, entonces el fin no es fin; mas sin embargo cuando vemos esa cancha existe una línea que lo caracteriza. Es decir que de existir un fuera de lugar, habría que ir mas allá del fin, estando mas acá del fin. Y eso ocurrió. Las fronteras son posibilidades de expandir un mismo espacio desde su interior hacia su propio interior.

Así que el futbol contiene muchas más cosas que el futbol. Esos 22 hombres y una pelota en cancha, que parecen ser la última frontera visible de ese deporte, guardan más acá de esa precaria imagen, cuantos temas puedan interesarnos.

No convenzo a C, ni a M, ni a F. Siguen huyendo de los lugares con televisores y yo trato de terminar estas líneas rápido, porque debo correr nuevamente a otros 90 minutos de dudas.

PDT: compre las camisetas de Sudáfrica, China y Chile, sin otra razón que la estética que las caracterizaba. Como siempre por obra de Murphy, que es incansable en mi mundo, corroboro que compre la camiseta de un equipo que no va al mundial, así que descontextualizado recorro las calles con esas estrellitas amarillas sobre el rojo fondo de mi camiseta. Más aun, R que es un experto en lenguas asiáticas me informa las letras que asumía chinas, que llevo en el frente estampadas, no dicen china y parecen no tener ningún significado en el mandarín. Por fortuna manejo información suficiente como para saber que Sudáfrica si va la mundial. Aunque me hacen caer en cuenta que se poco de futbol, porque espero que gane.

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