Licor & Besos

Si pudieras entrelazar en algún momento el potencial que puede entregarle el licor a un beso, quizá se vería como esto.

Entrevista a Baricco en HAYFESTIVAL Cartagena

Hace algo mas de un mes, mientras yo escuchaba a diestra y siniestra en las insoportables inducciones laborales las palabras "misión" y "visión", Alessandro Baricco, en un mundo paralelo, respondía en Cartagena preguntas que descifraban como había terminado ocurriendo lo que ocurrió: su escritura.

Por suerte la tecnología hoy nos permite reproducir mundos paralelos y enmendar de algún modo la desastrosa ubicación que casi siempre tengo.

Aunque la entrevista esta en italiano, no hace falta ser un Corleone para entenderla. Puede reproducirla pinchando AQUÍ.

Perpectivas

Por cortesía de MP arriba esta caricatura que redefine de una manera muy exacta el concepto de amor que podría manejarse:

Infra-yo

Dando inicio al día MP me enseño que al psicoanálisis le hacia falta una categoría importante que aportaría mucho en sujetos como nosotros: el infra-yo.

Días de querés oprimir el botón

Christopher David Ryan

Cuando olvidás como restar

Eso. Olvide como restar. Hubiera preferido como siempre olvidarlo todo de manera personal, sufrir todas las ausencias mentales en alguna esquina frente a una servilleta. Porque no, no es bueno olvidar como restar frente a 40 personas cuando sos físico y te han contratado para ello, y no lo ves y no lo ves, y suspendes, y decís que te excusen, que la siguiente clase, que eso no retrasara las cosas.

Pero no podes decir la verdad, que a vos y al chavo les ocurren cosas particulares, que te llevo el chanfle, que detrás de las ausencias hay inconvenientes varios, que de la misma manera que cuando jugás a escribir con mala ortografía con otra persona, después quedas dudándolo todo, así, cuando dudas si realmente una resta lo es, cuando jugas a que podes dudarlo todo y conceptualizarlo todo viendo que hay detrás, podes olvidar como restar, quedarte paralizado con la cabeza en blanco y decir: que te excusen, que la siguiente clase, que eso no retrasara las cosas.

PDT: regrese a casa rápidamente y ahora escribo esto debajo de mi cama. En el transcurso del día varios libros se me cayeron, no encontraba las letras en el teclado y desatine con el jugo en el almuerzo expandiéndolo por toda mi bandeja. Dormiré pronto, porque creo que de lo contrario, si sigo existiendo en este día, podría pasar algo terrible.

¿La felicidad se paga?

Interrumpiendo procesos termodinámicos de clases aun no planeadas y prontas a venir, se me fue atravesando el blog de SeñoritaLi, del cual, no puedo dejar que repostear esto y pensar si estaré o no en deuda:

Ella era feliz.

Su marido era escritor.

Sus amigos eran escritores.

Tenía casa en Malibú.

Sus amigos escritores también tenían casa en Malibú.

A la noche, todos se juntaban a cenar y hablaban de W. H. Auden y de cómo hacer buenos suflés.

Ella era fácil y sofisticada. Ella era hermosa. Qué hermosa era Joan Didion.

Subía a los aviones descalza.

Una noche, a poco de cumplir cuarenta años de casados, ella y John Gregory Dunne -su marido- encendieron la chimenea. Él leía y tomaba escocés con hielo. Ella preparaba la cena.

Hasta que ocurrió el suceso.

Ella todavía lo dice así: el suceso.

La vida cambia rápido.

La vida cambia en un instante.

Te sientas a cenar, y la vida que conoces se acaba.

Eso escribió Joan Didion dos o tres días después de que su marido se desplomara de un infarto frente a la mesa del comedor; ocho días después de que su hija fuera internada por una neumonía seguida de choque séptico, y diez meses antes de que su hija muriera en un hospital.

Entonces, la pregunta es si la felicidad se paga.

Adultez

Por primera vez en mi vida tengo una cuenta de ahorros (evidentemente traduce que a los 24 es la primera vez que pongo un pie en el mundo laboral). Creo que eso me hace un adulto. Ademas, esta vacía, lo que creo que me hace mas adulto aún.